Alberto Álvarez, pte. de CLAS: “Tenemos la oportunidad de consolidar una cadena de valor sostenible en el campo”

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En los últimos meses la situación del sector lácteo ha variado. Alberto Álvarez, presidente de Central Lechera Asturiana (CLAS), Corporación Alimentaria Peñasanta (CAPSA) y de la Sociedad Asturiana de Servicios Agropecuarios (ASA), hace una reflexión de las causas que han provocado el cambio de tendencia en los precios de mercado de la leche para los ganaderos y del producto para el consumidor. A la vez, lo ve como “una oportunidad para consolidar una cadena de valor sostenible en el campo”. En diciembre CLAS recuperaba la figura del abastecedor que tras un periodo de transición pasará a ser socio. Destaca la importancia del componente social ya que para muchos ganaderos asturianos “CLAS forma parte de su casa, va en su ADN y estamos orgullosos de ello”.

-¿Cuántos socios tiene Central Lechera Asturiana (CLAS)?

-CLAS cuenta actualmente con 920 socios activos y 5.700 excedentes. A lo largo de los años estas cifras han evolucionado. En el año 2000 superábamos los 3.000 socios activos con una producción de 330 millones de litros de leche; en 2010 bajamos a 1.500 socios manteniendo igual producción; y en 2020, la producción de 1.100 socios superó los 400 millones de litros, de hecho 2021 fue el año de máxima producción con 408 millones de litros. El último semestre de 2021 y el primer semestre de 2022 el precio de la leche no acompañó al aumento de los costes de producción, algo que se corrigió en el segundo semestre de 2022. El impacto en los niveles de producción provocó un cambio de tendencia.

-Las circunstancias ¿les han llevado a recuperar a los abastecedores?

-Hemos retomado la figura de abastecedor, que en su momento ya existió, siempre con el objetivo de que pasen a ser socios de CLAS en un periodo de tiempo no muy largo tras un periodo de tiempo de transición. Valoramos muy positivamente su compromiso adhiriéndose a nuestros programas y servicios.

-Hacerse socios de CLAS requiere aportar un capital.

-Los últimos años en los que se incorporaron socios fueron 2011 y 2012. Había ganaderos interesados y contábamos con un listado para el momento en el que se decidiese retomar. Les avisamos de la nueva situación con la figura de transición de socio abastecedor, y la respuesta está siendo muy positiva. Esta acción se realiza sin ánimo de perjudicar ni provocar tensiones. Se incorporaron abastecedores en diciembre y enero, y en abril se incorporará otro grupo importante. El capital aportado a la sociedad genera valor y el valor de cada acción y el capital social se fija anualmente en nuestra asamblea ordinaria.

-Los socios pasivos, ¿suelen conservar sus títulos?

-Son activos de la empresa, se heredan y la figura de socios excedentes se recoge por ser una sociedad agraria de transformación. El socio que abandona la producción, tiene un capital social y sigue participando en la sociedad. Al año entre 60 y 90 socios pasivos suelen vender sus títulos. Es entendible, porque estamos en tercera o cuarta generación y cuando no estás vinculado a la producción llega un momento que se liquidan. Los títulos, tienen una revalorización importante con respecto al precio de compra.

En CLAS sus socios activos son relevantes por la producción de leche, es por lo que se nos identifica. Pero hay un componente social muy importante. De hecho en los próximos meses organizaremos un acto en el que invitamos a todos los socios, activos y excedentes para que conozcan la evolución de la fábrica en los últimos años, al tiempo que será la inauguración con el almacén de frío. Serán partícipes de la que es su casa y ya tenemos más de 4.000 inscritos. Nuestro componente social nos diferencia, CLAS es parte de su casa, de su ADN.

-La variación de precios en el mercado, tanto para ganaderos como para consumidores, la Ley de la Cadena Alimentaria… ¿qué valoración hace del sector lechero a todos los niveles?

-La situación del sector lácteo es la misma en Asturias que en el resto de España. En los últimos cinco años el descenso de vacas de producción ha sido muy cuantioso, con más de 70.000 bajas, el descenso de novillas es del orden del 3% recuperándose algo este año ya que en el último semestre de 2022, no antes, se produjo recuperación de precios. Tras la pandemia hubo un incremento de la demanda y los stocks de muchas materias primas eran bajos, lo que incrementa los costes de producción acompañado de algún proceso meteorológico que afecta a la producción de cereal, con el consecuente aumento importante de los costes de producción. Después comienza la Guerra de Ucrania y se incrementa el aumento de los costes sumado a la volatilidad e incertidumbre en los mercados. El aumento del precio energético afecta a nuestra producción como ganaderos, así como a nuestro apartado industrial como máximos accionistas de la empresa de transformación CAPSA, en la cual los costes energéticos en el último año se han multiplicado por cuatro. ¿Cómo veo la situación? Como una oportunidad para consolidar una cadena de valor sostenible en el campo.

La situación anterior se tradujo en falta de motivación incentivando el abandono y fomentando la falta de relevo generacional. Es necesario aprovechar la situación de subida de precios para que la sociedad entienda el esfuerzo que hay detrás de producir alimentos, actividad que fija población en el medio rural y que pone en el lineal los alimentos sanos y saludables a precios muy competitivos. El incremento debe consolidar precios y permitir la viabilidad del sector lácteo y la agricultura en general. El agricultor no solo está tratando asegurar el pan de sus hijos, sino de toda la sociedad.

Tanto la pandemia, que supuso una reflexión al consumidor y a la sociedad en general de la importancia de tener alimentos en los lineales. Con la globalización las economías se protegen un poco más, fomentar tanto la soberanía alimentaria como la energética. Cuidar el sector primario es un punto clave. Dicho lo cual, la evolución de la producción en Central Lechera, en Asturias y en España con una tendencia a la baja, un descenso en la producción 2022 de un 3%, en los últimos 5 años han abandonado casi 4.000 ganaderos. El futuro pasa por verlo como una oportunidad para consolidar una cadena de valor sostenible.

-¿Los precios se van a mantener?

-La pregunta es ¿dónde se va a estabilizar el precio? El mercado en España funciona de una manera distinta al resto de países productores, aquí la mayor parte de producción y consumo va destinada a leche líquida. Hay un cambio de tendencia creo que hasta la primavera la situación permanecerá estable, hay que ser prudentes y adaptarse a los cambios y volatilidad con la mayor agilidad posible.

-En estos momentos ¿hay guerra de lácteas por conseguir ganaderos y producción láctea?  

No estamos inmersos en ninguna guerra. No hay una relación directa entre el aumento de costes de producción y el aumento de precios de la actividad. Si los costes aumentan de forma notoria y tu actividad no es rentable, hay abandono y se traduce en menos producción y el precio lo regula el mercado. CLAS cuenta con el 75% de la producción láctea de Asturias y el 70% de los ganaderos de la región. Si hablamos de precios hay que analizar periodos homogéneos y en iguales circunstancias, en precio medio a los ganaderos somos los que más pagamos. CLAS ofrece, estabilidad, confianza, garantía, servicios, siendo empresa solvente, seria y con un proyecto de futuro a largo plazo. Es un proyecto de más de 50 años, arraigado, líder en Asturias, hegemónico en el sector lácteo español y no especulamos ni con el ganadero ni con la leche. Apostamos por crear un valor añadido.

-¿Cuenta Asturias con un sector profesionalizado?

-El grado de profesionalización lo vemos en CLAS con el aumento de la eficiencia, productividad y mejora que se ha hecho en las granjas. Es un esfuerzo del ganadero que hay que poner en valor, ya que es capaz de adaptarse a todos los cambios normativos de la UE, los cambios de la PAC y aun así responde con un compromiso hacia la sociedad produciendo un alimento de mucho valor.

-¿Qué opina de la nueva PAC?

-Contamos con la producción de explotaciones ganaderas familiares, con una dimensión vinculada al terreno. Partimos con una situación de ventaja, la profesionalización. La nueva PAC implica cambios estructurales, puede disminuir la productividad ya que se fomenta la producción ecológica, el uso de fitosanitarios y abonos inorgánicos y puede afectar a la rentabilidad, rendimiento y a los costes. Cuando queremos productos respetuosos hay que estar dispuestos a valorarlos. La capacidad de adaptación del productor es muy alta, existirá un aumento de burocracia, que supone restar tiempo a la actividad. La Administración debería facilitar las herramientas para que todos los pueblos tengan acceso a internet, ya que será una exigencia para la gestión, que oferten los servicios necesarios, la Administración tiene que poner de su parte para facilitar el trabajo del ganadero.

-Háblenos de la última campaña publicitaria de CLAS que protagoniza Jesús Calleja.

-Estoy satisfecho con la campaña porque en definitiva pone en valor el consumo de leche, es un producto como bien lo dice el spot, es ancestral, natural, rico en proteínas, saludable, y genera una economía indirecta ayudando a la conservación del medio rural así como fija población en los pueblos. Refuerza a los que bebemos leche y estamos convencidos de ello, es un producto popular y sano.

-¿Qué espera Central Lechera de este 2023?

-Tendría que ser el año de consolidación de una cadena de valor sostenible en todos los eslabones sin olvidar la industria, que sufrió con el aumento de los costes energéticos. Los costes permanecen altos, pero hay que mantener al sector, en el momento que los rendimientos dejen de ser dignos, lo que se acrecentará será el abandono y falta de producción. Luego nos preguntaremos por qué no hay alimentos en los lineales, es fundamental dar importancia a la soberanía alimentaria.