Uso de embriones terapéuticos en el tratamiento de vacas repetidoras

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Las vacas repetidoras son uno de los principales problemas en las explotaciones lecheras. Se definen como vacas sin ningunas anomalías anatómicas o infecciosas y que no quedan preñadas tras tres o más intentos de inseminaciones artificiales. La incidencia de vacas repetidoras en el ganado vacuno es en España del 25,1%.

El reto de conseguir que las vacas lecheras queden preñadas durante la lactancia temprana es un problema a todos los niveles. Sin embargo, una baja tasa de preñez durante la lactancia temprana es seguida inevitablemente por un mayor número de vacas no preñadas después de 150 días en leche, con aún más dificultades para lograr la preñez y teniendo como consecuencia la disminución de los beneficios de la ganadería debido al desperdicio de semen y los gastos de inseminación, periodos más largos entre partos y mayores costes de tratamiento veterinario, sacrificio y reposición.

Numerosos estudios y nuestra experiencia han demostrado que el uso de embriones de bajo coste es un tratamiento alternativo para mejorar la fertilidad de las vacas no preñadas después de 3 inseminaciones o 150 días en leche evitando ciertas causas de infertilidad en lactancia tardía como minimizar el impacto de la mala calidad ovocitaria sobre la fertilidad o la pérdida temprana de embriones en los primeros 7 días post-estro.

Esta técnica se puede integrar de forma muy sencilla al programa de reproducción de las granjas teniendo en cuenta que la elección de la receptora para la implantación de un embrión es una etapa clave del éxito de este tratamiento.

Para mejorar la tasa de preñez, las vacas con más de 150 días en leche o más de 3 inseminaciones sin preñas, sanas, con ciclos regulares y buena condición corporal, se inseminarían en el momento del celo y se realizaría una transferencia embrionaria el día 7 post estro para recuperar el ciclo reproductivo de esas vacas.

Combinación de embriones e inseminación

Diferentes estudios acreditan que cuando se combina la puesta de embriones con inseminación, el resultado es aún mejor.

En caso de novillas, la combinación de inseminación artificial y puesta de embriones dio como resultado un 49,2% de animales preñados frente a un 29,5% cuando solo se ponían embriones. Esta mayor tasa de éxito combinando ambas técnicas se produce entre vacas, alcanzando el 41,5% frente al 20,4% en los casos en que solo se transfiere el embrión.

 

El uso de embriones reduce el problema

El gráfico muestra la tasa de concepción en vacas utilizando embriones in vitro frente a la tasa que se consigue con la inseminación artificial.

La lactación temprana son las primeras semanas tras el parto, mientras que la lactación tardía se trata de vacas que ya están en los 150 días en lactación.

Una baja tasa de preñez durante la lactancia temprana es seguida inevitablemente por un mayor número de vacas no preñadas después de 150 días en leche, con aún más dificultades para lograr la preñez posteriormente.