Joaquín Vázquez: “Implantaremos más delegaciones en la zona rural y apostaremos por el grupo intercooperativo”

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Joaquín Vázquez ganó las elecciones de La Cooperativa celebradas el pasado 4 de junio imponiéndose con 375 votos a los 113 conseguidos por la candidatura de José Ramón Fiaño, presidente de Caja Rural de Gijón. Ingeniero Industrial, Vázquez, es socio de La Cooperativa desde 1974, cuando trabajando en Ensidesa, decidió comprar una finca, porque sus raíces eran del campo y su ilusión era adquirir un terreno. Para ello pidió un crédito a Caja Rural de Gijón donde le informaron de fincas en venta y se hizo socio de las
dos entidades. En 1979 el Consejo Rector de La Cooperativa le llamó para ser interventor ante una difícil situación económica que atravesaban y posteriormente le pidieron ser presidente, con lo que lleva 40 años al frente. En este tiempo, una cooperativa con 116 años de historia, se ha evolucionado con los tiempos y ante esta nueva etapa que se presenta en plena crisis económica se enfrentan a grandes retos y con interesantes planes de futuro para el medio rural asturiano.

-¿Cómo valora su reelección?
-Ha sido una victoria contundente, el Consejo está muy satisfecho con el resultado y el apoyo de los socios. La otra candidatura no ofrecía las garantías mínimas de responsabilidad que debieran, algunos no eran socios. A finales de los 70 se vivió una experiencia similar y negativa. Caja Rural de Gijón en su día fue una sección de crédito
de La Cooperativa, con presidente y consejeros comunes a las dos entidades. Por ciertas circunstancias cuando ambas se independizaron, La Cooperativa entró en quiebra y se pasó muy mal. En aquel momento casi llegamos a desaparecer, ahora ya recuperados, los socios no han querido que se repitiese, apoyando a la candidatura actual. Esto nos carga de responsabilidad, vienen tiempos muy difíciles con la crisis actual, y tenemos que intentar, dentro de nuestras posibilidades, ayudar a la gente a superar este bache.

-Háblenos de la evolución de La Cooperativa.
-Cuando entré de interventor y en mis primeros tiempos como presidente, La Cooperativa lo pasó mal con la separación de Caja Rural de Gijón. No había dinero. El dinero con el que contribuyeron en su día los socios fueron 100.000 pesetas y los trabajadores 115.000 pesetas. Recuerdo que incluso para hacer las compras para la fabricación de piensos, unos 100 socios y los trabajadores avalábamos ante la entidad bancaria, que nombró a su director Jesús Fuentes, luego presidente hasta 2020, como interventor nuestro para ver cómo funcionábamos. Estuvo seis años hasta que entendieron que ya estábamos salvados. Me hubiese gustado que siguiera, porque es una bella persona y muy querido en el medio rural. En esos años hubo mucho que luchar, pasar momentos difíciles y se fueron superando. En 1986, cuando entramos en el Mercado Común, en Asturias había 33.000 explotaciones ganaderas de leche, hoy quedan menos de 1.500, y el 85% de La Espina para allá. Aunque nuestro ámbito es provincial, nuestra actividad se desarrolla en el centro y oriente de Asturias. Cuando vimos que el peso del sector disminuía, decidimos diversificar hacia actividades que tuvieran relación con el medio rural a través de un proyecto, Alternativas Rurales.

-¿Cómo enfocaron esa diversificación?
-Creamos varias empresas. Naturaleza Llibre, para jardinería; Sallar, para la semilla y faba de la granja asturiana; Sumena para el suministro de combustibles; Jarpa para realizar mantenimientos y obras de jardinería, que actualmente se encarga del mantenimiento de las instalaciones deportivas entre ellas las del Sporting y el Real Oviedo entre otros campos; y nació Asturbiotech, una empresa de tecnología y de innovación, especializada en reproducción bovina, que cuenta con tres laboratorios, uno de microbiología, otro de bioquímica y biología molecular y un tercero de embriones in vitro. Hay que adaptarse a los tiempos que vienen. También abrimos el centro comercial en Gijón y las delegaciones en Infiesto, Carreño, Villaviciosa y Nava. La diversificación nos ha permitido seguir en la
brecha y mantenernos.

-¿Qué previsiones tienen de futuro?
-Somos una cooperativa integral, que nació inicialmente como agropecuaria, de ganaderos y agricultores, pero que en la actualidad cuenta con dos tipos de socios, agrarios y de consumo, nuestras ventas en un 73% son de consumo. La idea es crecer, implantar más delegaciones en la zona rural para contribuir socialmente al desarrollo del medio rural asturiano, es un objetivo en cuanto al área comercial. Además desde hace dos años se están realizando inversiones en nuestro centro de Gijón, que es nuestra base de más
facturación. En cuanto a la actividad tradicional, la venta de piensos, hemos firmado un acuerdo intercooperativo con la Cooperativa de Corvera y Agrovaldés. Pretendemos extender la actividad con el grupo intercooperativo a más servicios y potenciarla. Otra actividad es la relacionada con el servicio técnico veterinario, somos la única cooperativa con servicio propio, contamos con un equipo de veterinarios importante para grandes animales ofreciendo servicios para el control de calidad, gestión de explotaciones y todas
las nuevas tecnologías relacionadas con la reproducción bovina, además contamos con una clínica para pequeños animales que está creciendo mucho. Y por supuesto, apoyaremos a las empresas participadas. Por ejemplo, en todo lo relacionado con la faba de la granja asturiana, queremos llegar a acuerdos con IGP Faba Asturiana, estamos con la Universidad de Oviedo en proceso de investigación para conseguir una máquina desgranadora de faba fresca. Y tenemos otros proyectos más a largo plazo. Otro de los sectores en desarrollo en
Asturias es el apícola. Ayudaremos a los apicultores a organizarse con formación y suministros, sobre todo organizando la comercialización. En el campo sabe producir, lo difícil es vender.

-¿Qué opina de los momentos que vive el sector?
-Las materias primas suben muchísimo en precio y la leche no sube en la misma proporción, muchas ganaderías están trabajando a pérdidas, lo peor es que no sabemos cuándo va a terminar esto. Si hablamos del sector cárnico, los ganaderos venden vacas reproductoras y terneros porque no los pueden mantener, y a eso hay que unir un descenso en el consumo de carne importante, por una parte dicen que no es bueno y por otra está desapareciendo la clase media, la gente se empobrece, no puede pagar el kilo de carne de ternera asturiana. Los carniceros están cerrando y algunos ganaderos con las subvenciones aguantan, otros dejan la actividad. Desde las administraciones dictan leyes y normas, como la protección del lobo, nadie se preocupa de los que sostienen el medio rural, los agricultores y ganaderos. Estamos en manos de gente que desconoce la problemática del campo asturiano.

-¿Cuál sería la solución?
-En Asturias los últimos 100 años reinó la cultura de la ‘toneladona’, de carbón, de hierro, de acero, de zinc o de aluminio, lo que permitió que la región creciese mucho tiempo, pero eso se acabó. Hay que tomar conciencia de que Asturias tiene que vivir de los recursos naturales que tiene. Hay que potenciar el turismo agrario y todo lo que la naturaleza da, tenemos alimentos de calidad y también ecológicos. Hay que poner en marcha la agricultura periurbana, toda esa riqueza que tenemos parada, para producir y comercializar. Hay muchas cosas por hacer, pero con decisión, es la alternativa que nos queda. Los agricultores y ganaderos tienen que producir con rentabilidad para vivir, no a pérdidas y aprovechar todos los recursos. Es necesario incorporar gente joven al medio rural.