Desde ASAJA destacan la importante labor de los ganaderos en la extinción de los incendios, “evitando que las llamas se extendieran y que el fuego causara daños aún mayores en los pueblos”. ASAJA Asturias rechaza “tajantemente” las insinuaciones que buscan la criminalización del sector.
“Muchos ganaderos van a sufrir las consecuencias de los incendios que asolan nuestra
región, porque la superficie quemada quedará excluida para las ayudas de la PAC.
La falta de política forestal y de prevención de incendios unido al abandono de la
actividad agrícola y ganadera y al despoblamiento del medio rural, propicia el
crecimiento desmesurado de la vegetación y ante cualquier anomalía climatológica (por
ejemplo viento del sur), se produce una proliferación de incendios en toda la región. La
inmensa mayoría en superficies que antiguamente eran mantenidas en buen estado
medioambiental por los ganaderos. Si esa superficie estuviera pastada por vacas, ovejas
y cabras el riesgo de incendios sería menor”, destacan desde ASAJA.
Explican que no se puede hablar de terrorismo ahora, “tras más de 30 años de falta de política forestal en Asturias. No hay desbroces, no hay cortafuegos, no hay limpiezas de caminos, no hay efectivos suficientes para controlar los incendios, los montes están llenos de maleza y de alimañas y lo más importante, no queda gente en los pueblos”.