URA ante el «desmantelamiento rural»

0
821

Unión Rural Asturiana, URA, manifestó en rueda de prensa esta mañana en Oviedo su postura ante el “desmantelamiento rural”. Creen que no se puede seguir ignorando el problema que existe en Asturias con la colonización de los pueblos “por parte de ciudadanos procedentes en su mayor parte de urbes que ni aceptan ni respetan los usos y costumbres de las zonas rurales”. En los últimos tiempos “estamos viendo denuncias a lo largo y ancho de Asturias”. Las denuncias se apoyan en “leyes fuera de contexto totalmente contraproducentes para los intereses de las zonas rurales. Consiguen criminalizar a sonidos ancestrales, a olores característicos y actividades milenarias ligadas al sector primario en nuestra tierra”. Exigen que el Gobierno “debe legislar para blindar los derechos de los vecinos del medio rural y su modo de vida. La repoblación de los pueblos que fomenta el Gobierno Asturiano tiene que basarse en personas que se amolden y encajen con las necesidades de la única actividad económica imprescindible que mantiene la ruralidad: la producción primaria, las familias que regentan explotaciones agrícolas. Hay que legislar en consecuencia”.

Desde URA exigen que la actual ley medio ambiental se modifique para que casos como el de Suarías no se vuelva a repetir. Que los Ayuntamientos, en sus competencias, modifiquen las “ridículas exigencias vigentes” para las licencias de actividad en cuadras centenarias heredadas de padres a hijos, y que impidan que los planes urbanísticos permitan que las nuevas casas se construyan cerca de las cuadras y naves ganaderas. “Y subrayamos la necesidad urgente de que se desarrolle una Ley que contemple una defensa genérica del rural y del sector primario, de los pueblos y sus habitantes, que incluya como la homóloga francesa, la consideración como bien inmaterial de los sonidos y olores rurales, para que nuestros gallos puedan seguir cantando, nuestros cencerros sonando y el olor a ‘cuchu’ sea, sin más, una característica del campo asturiano”.

Entienden que el futuro de los pueblos no puede pasar por la llegada de este tipo de personas que intentan imponer los esquemas del asfalto y el hormigón urbanos, sino de integrar a las que son capaces de respetar los usos y costumbres de las aldeas a las que llegan. “No se pueden convertir las aldeas en urbanizaciones ni en patios de recreo. La gente de campo puede preferir ver su aldea casi vacía y en ruinas manteniendo su esencia que convertida en una urbanización desnaturalizándola de forma irreversible. La Administración debe actuar inmediatamente con soluciones concretas, y legislar al respecto. Los profesionales del campo que quedan en Asturias, y los vecinos que quieran seguir disfrutando de sus huevos caseros o de sus pitos de caleya, tienen derecho a saber cuáles son las intenciones del Gobierno de Barbón a este respecto. ¿Van a seguir mirando a otro lado contemplando el exterminio del medio rural o van a legislar para revertir la situación? ¿Qué propuestas concretas tienen?”, finaliza su comunicado.