Caja Rural de Asturias obtuvo un beneficio neto consolidado de 8,97 millones de euros durante el primer trimestre del año y mantiene hasta marzo un resultado recurrente un 0,74% superior al del 2018 pese a la continuidad de los bajos tipos de interés. La alteración por unos menores ingresos derivados de operaciones financieras compensadas por las menores dotaciones y provisiones redujo el resultado en 196.000 euros, un 2.13% menos que en el año precedente.
Respecto a la actividad puramente bancaria, la Caja continuó el vigor de la actividad
con clientes. La cifra resultante del volumen de negocio fue de 5.817 millones de euros.
Los recursos de clientes administrados por Caja Rural de Asturias alcanzaron los 3.527
millones en marzo, lo que supone un crecimiento interanual del 6%. Los créditos
concedidos se incrementaron el 3,88% interanual hasta los 2.290 millones de euros.
Con unos fondos propios de 421 millones de euros, la solvencia de la Caja en términos
de ratio CET1 se situó en 24,04%, cifra entre las más elevadas del sector financiero y
obtiene un ROE del 8,77%.
Hasta marzo, la Caja mantuvo su dinamismo en la incorporación de nuevos clientes a la
Entidad. Un total de 4.604 personas iniciaron su actividad financiera como nuevos
clientes. De ellos, 3.501 son economías domésticas, 648 empresas y 455 autónomos.
La Caja formalizó durante el primer trimestre del año un total de 4.103 operaciones
crediticias por un importe acumulado de 98,5 millones de euros, de los que
corresponden al sistema productivo 29,7 millones de euros. El resto proporcionó la
necesaria financiación a instituciones y particulares. En concreto, se formalizaron un
total de 688 créditos hipotecarios destinados a la compra de vivienda en este primer
trimestre por un importe superior a los 49 millones de euros y 2.752 operaciones de
préstamos al consumo por un importe cercano a los 19 millones de euros.
Durante este primer trimestre, Caja Rural de Asturias mantuvo su esfuerzo en mejorar la
calidad de todos sus activos y la tendencia de reducción de la morosidad. La inversión
crediticia dudosa a 31 de marzo fue del 2,96% frente al 3,38% del ejercicio precedente.
La evolución favorable del negocio se completó con unos recursos gestionados de
clientes que figuran fuera de balance de 497 millones, cifra un 9,58% superior a la
registrada en el mismo periodo del año anterior.