El Llosón SC es una de las ganaderías que cambiaron su explotación lechera por la producción cárnica de Asturiana de los Valles de la IGP Ternera Asturiana. Se trata de una explotación familiar que José Luis Ordiales Pañeda al prejubilarse con 60 años, traspasó en un primer momento a su nuera Tere Meana con aún vacas Frisonas y a la que posteriormente se incorporó su otra nuera, Aida Vega. Con un trabajo bien organizado, cuentan con una media de entre 100 y 110 animales, cerrando el círculo de producción de cría y cebo de los animales que comercializan a través de masymas.

-¿Cómo se vivió el cambio de leche a carne?

-Hasta el 2003 teníamos explotación de leche con 35 madres de raza frisona y 10 vacas ‘roxas’, y en su día las vacas pintas dieron dinero. Cuando empezó el declive veíamos que no cumplíamos las expectativas de la inversión que teníamos, decidimos pasar a carne en el año 2003. Levamos ya 15 años con Asturiana de los Valles. Contamos con instalaciones antiguas, que adecuamos a las vacas de carne, ya que es muy diferente el manejo.

-¿De qué terreno disponen?

-Tenemos entre 40-45 hectáreas. Llevamos algo más porque estamos en una cooperativa de transformación de terreno, quedamos cuatro socios de Sariego y Pola de Siero, para llevar las vacas a pastar.

-¿Cuántos animales tienen?

-En su momento apostamos por la ampliación de ganado de carne y ahora tenemos 50 madres, un par de sementales y terneros, realizamos el ciclo completo, y tenemos una media de 100 o 110 animales, porque hay veces que nacen terneros y aún no tienes sacrificados los de cebo, ya que tenemos partos durante todo el año porque así están repartidos y no dan complicaciones a la hora del sacrificio.

-¿En qué consiste la alimentación?

-Las vacas están en extensivo, en pasto, todo el año, y por el invierno les damos forraje. Las vacas vienen a la nave para los partos. Luego las tenemos repartidas en dos lotes para tener separados a los machos. Consumimos pienso Biona, de De Heus, a través del distribuidor en Siero, Agroclaudio. También a él le compramos un camión de paja anual para los terneros. Utilizamos pienso de arranque, los que están en el pasto tienen allí comedero, y luego ya el resto de cebo y el remate lo realizamos con el mismo pienso, porque al tener partos a lo largo del año, coinciden terneros de varias edades juntos, y así es más cómodo.

-¿A qué edad se sacrifican?

-Se sacrifican al año con algo de retraso, todo va al masymas, también cebamos vacas de vacuno mayor.

-¿Cómo se organiza el trabajo?

-Somos cuñadas, nuestros maridos hermanos, trabajan fuera, al igual que nuestros hijos, y nos echan una mano cuando es necesario. Vivimos en el campo y cada una lleva su trabajo y responsabilidades, el trabajo va repartido.

-¿Qué opinan del precio de la carne?

-Estamos contentos, no hay mucha diferencia de precio. Valoramos también otras cosas, que cuando un animal tiene un problema, se envía al matadero y ya luego nos arreglamos, no sólo hay que mirar el precio.

-¿Cuál es el secreto de un buen ternero de cebo?

-Que esté con la madre, si tiene leche y come pasto, luego se remanta muy bien, por supuesto el pienso también influye. Lo de los comederos en la finca bajo nuestro punto de vista funciona bien.

-¿Cómo ven el futuro?

-Negro, porque de esto no se puede vivir. Quieren que la juventud continúe, pero es complicado.