Ignacio Fernández, presidente de Corvera Sociedad Cooperativa Asturiana
Nacido en Moriana (Cancienes), Ignacio Fernández, más conocido como Nacho, continuó con la ganadería familiar aún teniendo la oportunidad de entrar en Ensidesa. “No sé si acerté o no, pero me quedé en el campo”, afirma. Con esa elección, el sector agrícola y ganadero asturiano salió beneficiado, ya que ha sido y continúa siendo un visionario, que siempre luchó por el beneficio común del mundo rural, de ganaderos y agricultores, siendo uno de los padres del cooperativismo en la región. Con la edad de jubilación más que superada, espera cumplir un reto antes de ceder el timón de Corvera Sociedad Cooperativa Asturiana tras 37 años como presidente de la misma. Pretende obtener en breve el permiso de la CUOTA para la construcción de una tienda agropecuaria así como le gustaría que la propia cooperativa pudiese comercializar además de la leche de sus socios, también los productos de la huerta, ya que “sería un complemento de gran ayuda para los ganaderos”, concluye.
-¿En qué momento vio el cooperativismo como mejor opción?
-En mi pueblo éramos siete vecinos y la primera idea en el año 1973 fue formar una cooperativa unificando fincas y construyendo una nave y maquinaria común, con una organización laboral con descansos y personas de guardia. El proyecto llegó a estar bastante avanzado, pero a la hora de la verdad quedamos solo cuatro vecinos y no se pudo hacer lo que se pretendía, aunque sí nos unimos y estuvimos trabajando en común bastantes años.
-¿Y cómo nació la Cooperativa de Corvera?
-En Cancienes nos veíamos y reuníamos personas de todos los pueblos cercanos. Se intentó recuperar el proyecto de mi pueblo, pero haciéndolo común para todos los pueblos de Corvera. En aquel momento existía un gran descontento con el pienso de las vacas, había grandes fraudes. Decidimos crear la cooperativa y comprar molinos para elaborar nuestro propio pienso. En el año 1979 se planificó la Cooperativa de Corvera, con un consejo gestor, y en junio de 1980 se formó el consejo rector. En aquel momento fui elegido presidente de la cooperativa y cada cuatro años desde entonces hay elecciones y me siguen eligiendo.
-¿Cómo fueron los comienzos?
-En principio conseguimos 115 socios, pero cuando se vio que era necesario que cada socio aportase 20.000 pesetas, solo quedamos 36 dispuestos a ello. Seguimos luchando por nuestro objetivo, y dimos el primer paso comprando un terreno. El Ayuntamiento de Corvera aportó en aquel entonces dos millones de pesetas. Empezamos a traer camiones de maíz y de cebada y a moler. Por semana hacíamos grupos de trabajo para venir a moler, los miércoles a las 10 de la noche se reunía el consejo rector y los sábados los dedicábamos al reparto.
-¿Cuándo dieron el gran salto?
-En el año 93 empezamos a comercializar la leche de los socios, que en aquel momento éramos 110, realmente fue cuando empezamos a despuntar. En ese año la leche estaba a un precio ridículo, y al empezar con la recogida subió 20 pesetas el litro de leche. Somos primeros compradores, actualmente la tenemos toda vendida a Quesería La Fuente de Arriondas a través de un acuerdo del que estamos contentos con los precios. En estos momentos contamos con 136 ganaderos y tenemos lista de espera.
-¿Tienen en proyecto la construcción de una tienda agraria?
-Actualmente tenemos pocos productos, no tenemos espacio y la construcción de una tienda agraria sería nuestra solución. Llevamos cinco años pendientes de los permisos, los tenemos todos, de carreteras, de confederación, de urbanismo… nos falta la licencia de la CUOTA, esperamos tenerla en un mes. Nos gustaría contar con la tienda agropecuaria para finales de 2018. Con nuestro servicio de combustible pasan una media por aquí de 250 coches a diario.
-¿Qué valoración hace de la situación actual del campo en Asturias?
-Es bastante negativa. Lo primero que había que hacer es la concentración parcelaria en Asturias, separar monte de fincas productivas, se hace en algunos concejos, pero en Corvera no se hará ni ahora ni nunca. Aquí la ganadería se cambió por Ensidesa, en esta zona la industria pudo con el campo.
-Dice que su jubilación se está acercando…
-Mi momento de jubilación ya llegó hace años. He dejado toda mi juventud en la cooperativa, es mi segunda casa, donde he pasado muchas horas. Hubo un tiempo en el que la cooperativa tenía casi 500 ganaderos de leche y teníamos 187.000 litros de leche diarios a los que había que dar salida, hubo meses que viajaba mucho a Portugal, Grecia, Francia, Italia… nuestra leche fue a muchos países.
-¿Qué le gustaría conseguir?
-Me gustaría que la cooperativa pudiese comercializar los productos de la huerta de nuestros ganaderos hacia los supermercados. Es un proyecto pendiente y complicado. Habría que contar con una producción estable durante todo el año a través de invernaderos, no solo en la época de cosecha. Puede ser el complemento perfecto para los ganaderos, habría que profesionalizar el sector agrícola, tenemos capacidad de ofrecer productos sanos y naturales, de nuestra tierra.