María Antonia Díaz de la Llana, franquicia ‘ensupunto’ de Infiesto
La tienda ‘ensupunto’ de Infiesto fue de las primeras de la franquicia y lleva cinco años en funcionamiento. María Antonia Díaz ya contaba con un kiosco y siempre había tenido en mente abrir una frutería, cuando conoció la franquicia ‘ensupunto’ y se informó de su gestión y funcionamiento no lo dudó, y actualmente está muy satisfecha con los resultados.
-¿Cómo conoció la franquicia?
-El 9 de agosto hizo cinco años de la apertura de la tienda. La conocí a través de una amiga, clienta de fruta de El Arco. Yo tenía ganas de abrir una frutería, pero lo veía complicado por el tema del abastecimiento, me hablaron de ellos, me puse en contacto y hasta ahora. Vi la franquicia de Pola de Siero en funcionamiento, y después acudí a varias aperturas posteriores a la nuestra. Fui de las primeras franquiciadas de ‘ensupunto’.
-¿Ya tenía relación con el sector del comercio?
-Ahora tengo 55 años y tengo un kiosco desde que tenía 28, llevo 26 años con la prensa. Siempre me llamaban la atención las fruterías, y como me encanta la fruta, lo había tenido en mente. Pensaba que con la frutería quizás trabajase menos que con el kiosco y me equivoqué, porque en la frutería trabajamos mucho, pero sigo estando igual de contenta y entusiasmada. Para mí fue una sorpresa lo bien que nos va.
-¿Cómo fueron los comienzos?
-Llame a El Arco, me dieron cita y me informaron de todo. El bajo que a mí me interesaba estaba enfrente del kiosko y tuve que esperar a que se quedase vacío, después fue todo muy rápido. Tras tener las llaves del bajo, en un mes abrimos la frutería. Al principio estaba despistada, pero la franquicia te ayuda en todo, la supervisora nos sigue visitando. Actualmente mi hija está al frente de la frutería. De hecho, fue mi hija Isabel la que estuvo un mes trabajando en la franquicia de Pola de Siero para ver y aprender el funcionamiento.
-¿Qué es lo que más valora la clientela?
-Los buenos precios y la mercancía, evidentemente el trato al cliente debe ser cuidado, pero si no hay precios competitivos y mercancía de calidad, por muy bien que los trates, no vendrán a comprarte. Lo fundamental es el precio, la calidad del producto y la atención al cliente. Son tres cosas imprescindibles.
-¿Cómo funcionan otro tipo de complementos que se venden en la frutería?
-Nosotros concretamente no tenemos espacio, porque el local es pequeño, tenemos algo de producto seco y charcutería. Nuestro punto fuerte es la fruta y mientras no tengamos más espacio no tenemos sitio para más productos, pero mi idea siempre fue tener una frutería. Estoy muy contenta.
-¿Recomendaría ser franquiciado de ‘ensupunto’?
-Estoy convencida de que nuestra frutería si no fuese por el apoyo de la franquicia no viviría. Cualquier persona que piense que tiene que comprar la fruta de madrugada, para tenerla en tienda a las siete de la mañana y colocarla para abrir temprano, necesita personal, transporte… al ser franquiciada, ellos te dan la fruta, la calidad, el precio… a las siete de la mañana la tenemos para colocar, y facilita mucho las cosas, más si no tienes ni idea de comprar fruta ni a qué precios, creo que la importancia de la franquicia en mi negocio es esencial. Lo que nos diferencia es la calidad y el precio que ofrecemos. Muestra de ello es que todas las franquicias que se van abriendo, el 99% funcionan porque detrás hay alguien que sabe.
-¿De cuánto personal dispone?
-Yo voy a la frutería por la mañana a colocar y está mi hija Isabel y otras dos chicas. A partir de octubre que hay menos movimiento se quedará una o las dos a menos horas porque en invierno se reduce el trabajo. El verano en la frutería se empieza a trabajar desde marzo, y de octubre a marzo necesitamos menos personal. Por semana santa empieza a llegar más fruta y tenemos más horario. Abrimos de 9 a 14,30 y de 16,30 a 20,30, pero en la realidad en verano siempre se cierra más tarde.