Es muy habitual que tras el cierre de una ganadería se metan animales en la finca para su mantenimiento. En el caso de Enrique Cueto Iglesias se decidió por comprar ovejas, pero fue hasta Holanda, concretamente a la isla de Texel, de donde trajo las ovejas de la raza que coge el nombre de la isla de donde son originarias. Aunque hay más ganaderos en Asturias con Texel aún no se ha creado una asociación para acreditar y mantener la pureza de la raza. La única opción es estar apuntado en una asociación holandesa.
-¿Cómo se le ocurrió comprar ovejas Texel?
-En mi casa en Lugarín (Villaperez, Oviedo) siempre hubo vacas, cuando mis padres lo dejaron y para mantener limpias las fincas decidimos tener ovejas. La raza la encontramos buscando por internet, ya que queríamos hacernos con una raza peculiar. Fuimos un par de veces a la isla de Texel (Holanda), contactamos con una web de ganaderos y compramos una vez 22 ovejas y otra 15. Esto fue ya hace años, actualmente tenemos 17 animales de raza pura, hijas de las que traje de Holanda, que están a diario en el ‘prao’ y duermen en una cuadra abierta.
-¿Participa en concursos?
-No tenemos concurso, quisimos hacer uno, aunque hay mucha gente que no tiene la raza pura, tienen cruces, pero al final la gente no colaboró y no se pudo hacer. Para hacer una asociación hay que tener un número mínimo y no tenemos. Yo acudo a los certámenes y ferias para exponer mis animales y tengo corderos para vender.
-¿Qué diferencia a estas ovejas?
-Tienen una musculatura más diferenciada que la de cualquier oveja de aquí. Son más anchas, pesan más, pueden llegar a pesar 100 kilos, es una raza cárnica.
-¿Cuál sería su objetivo?
-Lo interesante sería hacer una asociación para poder sacar la carta de origen a los corderos de Asturias y así no necesitásemos estar apuntados en una asociación de Holanda.
-¿Por qué no es una raza muy común aquí?
-Son animales más caros que una oveja normal. La gente es reacia, preguntan por el precio y es superior al de los corderos de cruce sin raza definida.