Al frente de la Ganadería Carbayeda en San Martín de Podes, está ya la tercera generación familiar, José Luis Fernández Menéndez, que junto a un empleado se encarga de 190 vacas frisonas que producen anualmente 950.000 litros de leche. Lleva desde los 24 años dedicado al sector y ha invertido tanto en infraestructura como en un robot que le facilita el trabajo para controlar con más facilidad tanto la alimentación de los animales como su producción. Aún con todos los adelantos ve un futuro incierto para la ganadería de leche en Asturias.
-¿Cómo evolucionó la Ganadería Carbayeda?
-Tenemos tres naves. La primera la hizo mi padre en el año 87, en aquel entonces tenía 40 vacas, en ella tenemos actualmente las vacas de producción. La nave de vacas secas y recría la hice en 2007 y la última, donde tenemos el robot, está hecha del año pasado donde también tenemos maquinaria.
-¿Cómo le afectó la crisis?
-Pues nos coincidió con la nave construida y el robot comprado, el cual teníamos que certificar en septiembre y en agosto no sabía aún si lo iba a colocar o no por la gran incertidumbre, no sabía qué hacer. Al final tiras para adelante. Si salimos de esta situación con la inversión realizada sería una gran satisfacción. Todo el mundo dice que las inversiones las hay que realizar en tiempos difíciles, pero es que los ganaderos vivimos un momento muy complicado para el sector. El robot ya costó 130.000 euros más IVA.
-¿Qué ventajas les aporta el robot?
-El ganado está mucho más controlado en cuanto a celos y producción. El ordeño se realiza tres veces al día con lo que se gana en salud de la ubre así como en litros de leche, sobretodo en vacas recién paridas. Ahora mismo cada vaca está controlada de tal manera que come lo que necesita en función de su producción. El robot también tiene un contador de células somáticas, al ordeñar cada vaca analiza su leche. Para que la leche sea homologada tiene que tener por debajo de 400.000 células somáticas. Concretamente en CLAS se paga una prima de 15 euros por tonelada de leche si está por debajo de las 200.000 células somáticas. Nuestra ganadería está en 142.000. El robot está programado para que en el tanque no entre leche que tenga por encima de 190.000 células somáticas, y así no perder nunca la prima.
-¿Qué hacen con la leche que no cumple esos baremos?
-La leche de las vacas que aportan más cantidad de células somáticas se desvía y la utilizamos para los terneros pequeños. El robot hace un lavado de rápido de tres minutos y sigue ordeñando. Lo que se consigue es que la leche del tanque para entregar siempre está en los parámetros que tú eliges. El robot es la única forma que tenemos de controlar las células somáticas, y no controlándolas se puede perder mucho dinero.
-¿Apuestan por la genética?
–Soy socio de ASCOL, funciona muy bien y mantenemos una excelente relación. Un 90% del semen utilizado es de la cooperativa.
-¿Y la alimentación?
-Contamos con el asesoramiento de los técnicos de alimentación de ASA, así como consumimos sus piensos. Ellos analizan la ración y los forrajes que consumen nuestras vacas. Trabajamos 75 hectáreas de terreno en un 80% en arrendamiento y producimos nuestro forraje, básicamente silo de maíz y de hierba. Cuando llegan los trabajos de siembra y recogida vienen empresas externas para hacerlo, para nosotros sería imposible realizar todo el trabajo. En tema de semillas y abonos trabajamos con el Grupo Ladislao.
-¿Recrían o necesitan comprar alguna vaca?
-Recriamos todo, incluso nos sobran aunque ahora no es momento de vender.
-¿Acude a concursos?
-Alguna vez ASCOL lleva a alguna de nuestras vacas porque quieren que participe alguna hija de sus toros.
-Como ganadero ¿cómo ve el futuro?
-Muy incierto. En España siempre fuimos deficitarios en producción láctea, lo que nosotros no producimos lo traen de fuera en forma de yogures, quesos… la industria en España se dedica en un 90% a leche líquida, los transformados que dan valor añadido los tienen olvidados. Otros países europeos como Francia nos llevan ventaja y el futuro es incierto. De hecho el precio de la leche ya debería haber subido y no subió. También es verdad que el ganadero está mal económicamente, pero la industria no está en crisis, ha tenido muy buenos ejercicios y si al ganadero le diese un céntimo más en litro de leche los ganaderos tendríamos otra situación, hablamos mucho dinero anualmente.
-¿Les queda beneficio?
-Este último año fuimos gastando lo último que teníamos y estás esperando para cobrar las subvenciones de la PAC, que es triste tener que sobrevivir de una subvención, teniendo que tributar un 30% de ella a Hacienda. Cuando te llega el dinero ya está prácticamente gastado, porque tienes que hacer pagos pendientes. Así estamos, acabas el ejercicio con cero de beneficio.
-¿Cuáles son las consecuencias?
-Prácticamente están cerrando ganaderías todos los días y la ganadería que cierra ya no vuelve a abrir. Asturias es muy bonita y muy verde, pero cuando deje de haber ganaderos, ya no va a ser tan verde, ya que los que la mantienen así son los ganaderos pequeños, ya que los grandes no tenemos ni tiempo.
-¿A qué apunta el futuro?
–Quién no se unió a estas alturas, ya no se une, el tiempo de crear sociedades, ya pasó. Porque ahora mismo todo el mundo tiene grandes inversiones hechas, el hacer una sociedad ahora es complicado. Por ejemplo, nosotros necesitábamos una concentración parcelaria con el terreno que tenemos, sería perfecto. Pero no se hizo y ahora tampoco se hará porque hay muchos propietarios del terreno y ganaderos somos pocos.
