La asociación Asturias Ganadera ha denunciado esta mañana el protocolo sistemático empleado por las autoridades que investigan las quemas ilegales e incendios forestales por el que, “de una manera simplista, existe una asociación entre estos incendios y la actividad ganadera más inmediata a los mismos, de tal modo que, ante la aparición de un fuego en el monte se produce automáticamente una relación de causalidad con la explotación o actividad ganadera más cercana al mismo, criminalizando al sector”.
El portavoz de la agrupación, Xuan Valladares, leyó un manifiesto en el que se destaca que “no se trata de un hecho aislado, sino de algo detectado en los procesos de investigación de distintos incendios en nuestra región, donde se produce una apertura de juicio oral cuasi automática, a pesar de que en las diligencias no se aprecien indicios razonables ni claros del delito”. La asociación ganadera señala que se conculca el derecho a la presunción de inocencia con esta manera de proceder, donde “son los ganaderos los que tienen que demostrar que no son culpables”.
El ganadero de Parres Ángel Laria, presente en la rueda de prensa, expuso su caso, iniciado en 2015, donde la jueza de Cangas de Onís en primera instancia desestimó al no encontrar indicios, fue condenado por la Audiencia Provincial para ser nuevamente exculpado por el TSJA al no haber pruebas fehacientes.
Por su parte José Barro Huertas, de Llanes, está siendo investigado por un delito similar supuestamente cometido en 2020 pero del que dicen que la instrucción del caso es similar a la de su compañero, y nada ajena a la de otros ganaderos de toda la región. Señalaron que en 2015 hubo entre 50 y 60 ganaderos acusados de la misma manera: vivir o tener una explotación cercana a un incendio; y denuncian que este protocolo permite las venganzas “si se quiere perjudicar a cualquier ganadero”.
