La Consejería de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca activará durante los meses de julio, agosto y septiembre medidas estacionales para la prevención de incendios forestales. De este modo, regulará diferentes actividades relacionadas con el uso del fuego en los montes y en los terrenos situados en una franja colindante de hasta 100 metros.
Este año, por primera vez, se establecen normas sobre maquinaria y herramientas motorizadas en el monte, cuyo uso se prohíbe cuando el índice de riesgo de incendio forestal (IRIF) sea extremo (5). En el caso de que sea muy alto (4) o alto (3), se exigirá extremar las precauciones durante los trabajos: realizar la carga de combustible en terrenos desprovistos de vegetación y no encender la herramienta en el lugar de repostaje. Además, en las pausas largas, se evitará dejar la herramienta mecánica recién apagada y, por tanto, caliente, sobre el suelo. Por su parte, tanto los vehículos como la maquinaria autoportante deberán disponer de extintores de polvo seco.
Como novedad, también se fijan una serie de requisitos para las labores apícolas que impliquen el uso del fuego. Así, el espacio que ocupan las colmenas y una franja de dos metros en su perímetro deberán estar totalmente libres de vegetación o restos secos. Los profesionales tendrán que contar con agua suficiente o cualquier otro medio de extinción directa en las áreas en las que se realice el ahumado o quemado de las colmenas. En este contexto, el ahumador no se encenderá en el suelo ni se dejará sobre él encendido, y los restos incandescentes tendrán que apagarse en su interior, en un recipiente hermético para tal fin, o, si esto no fuera posible, siempre fuera del monte.
Otra de nuevas normas es que se reduce el IRIF al que está permitido realizar quemas controladas. De este modo, a menos de 100 metros de los montes sólo se podrán ejecutar, siempre que se disponga de la pertinente autorización, cuando el IRIF sea moderado (2) o bajo (1).
Todas las medidas estacionales vigentes a partir del próximo mes de julio están recogidas en la resolución publicada antes de ayer en el Boletín Oficial del Principado (Bopa).
Actuaciones en prevención de incendios
La prevención de incendios es uno de los ejes fundamentales de la política forestal de la consejería, ya que constituye la mejor herramienta para mantener la biodiversidad y evitar la pérdida de producciones forestales y pastos. El fuego supone, además, un riesgo para la vida de personas, animales y de los propios núcleos de población, así como un importante gasto económico, en cuanto a daños y labores de extinción, que supera anualmente los 25 millones.
Las actuaciones de la Dirección General de Planificación, Infraestructuras Agrarias y Montes en el ámbito de la prevención se centran en dos aspectos: evitar el inicio del fuego e impedir su propagación. Para que no se produzca un incendio, se controlan vertederos y se ejecutan desbroces de utilidad ganadera. Este año se limpiarán de matorral y se dejarán abiertas al pasto más de 930 hectáreas. También contribuyen a evitar los incendios las normas para la ejecución de quemas en base al IRIF, que se publica diariamente, junto con la regulación de actividades de riesgo en el monte y su entorno.
Por otro lado, se actúa para impedir la propagación del fuego mediante la creación de zonas de pastos, mangas ganaderas o fajas de prevención; las obras de mejora y dotación de puntos de agua en los montes, el desarrollo de proyectos silvopastorales o las quemas controladas.
Otro pilar importante son las ayudas a particulares y ayuntamientos para la creación de áreas limpias alrededor de los núcleos de población, con el fin de evitar que los incendios afecten a los pueblos. La convocatoria de este año, que está actualmente en tramitación, destina nueve millones a este fin.