Las antojanas: así resuelve la topografía uno de los puntos de conflicto más frecuentes entre propietarios

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¡Oportunidad en 23,500 euros, cabaña en El Pedroso con sus antojanas, que se puede convertir en vivienda! Véndese en Grado casa con amplios bajos, piso principal y antojana y un lagar. Entre la publicación de estos dos anuncios inmobiliarios han pasado 123 años. El primero de ellos, fue publicado el 24 de junio de 2023 en una conocida red social, mientras que el segundo apareció impreso en el periódico Correo de Asturias un 21 de agosto del año 1900.

En ambos identificamos un término coincidente, común y de conocimiento popular hace un siglo, que, sin embargo, pocos conocen hoy. Estamos hablando de las antojanas, y tienen muchísima importancia cuando hablamos de propiedades inmuebles, particularmente en Asturias y Cantabria, y son uno de los puntos de conflicto más frecuentes entre propietarios, herederos, vecinos y hasta con la administración pública.

Y es que las antojanas forman parte del derecho consuetudinario, también llamado usos o costumbres, de estas dos regiones. Es decir, son normas jurídicas que, estando escritas o no, se cumplen porque en el tiempo se ha hecho costumbre su cumplimiento y son materia habitual en Registros y Juzgados.

“Existen numerosos conflictos que se pueden dar entre propietarios cuyas propiedades lindan o con la administración pública, desde mojones que han desaparecido o se han movido hasta procesos de expropiación parciales o totales. Uno de los más comunes tiene que ver con la definición de las antojanas de una propiedad, un término que es muy habitual leer en los procesos de compraventa o en las herencias, pero que la mayoría de las personas no logra ubicar sobre un plano de su propiedad”, comenta Pedro Pablo Valerio Morís, Presidente-Delegado territorial del Colegio Oficial de Ingeniería Geomática y Topográfica para Asturias y Cantabria.

¿Qué es una antojana?

Físicamente, la antojana es esa zona pequeña de terreno llano y sin cercar, que se sitúa delante de la fachada principal de construcciones rurales como la casa, la cuadra, la tenada, el hórreo, la panera, el cobertizo o similares, y que queda delimitada desde la caída vertical de las aguas de dichas construcciones hacia fuera. Es importante conocer, porque así se recoge en muchos registros de propiedad, términos como corralada o corrada, cuando ese terreno tiene cerca, o rodeos o arrodeos, cuando la antojana se extiende a los lados y detrás de las construcciones.

Es un elemento de la arquitectura tradicional asturiana y cántabra que se documenta ya en la Alta Edad Media, y cuyo nombre deriva de la unión de los vocablos latinos “ante” (delante) y “ortium” (puerta).

La antojana, según costumbre, pertenece a la construcción como un anejo inseparable prestándole un servicio como espacio de trabajo, área de carga y descarga, depósito, pero también como lugar de esparcimiento y descanso. Desde el punto de vista de la propiedad, ésta puede tener un único dueño o varios, en cuyo caso los acuerdos al respecto han de adoptarse por la mayoría.

Las antojanas forman parte de ese mundo rural, y a veces urbano, que cada vez menos personas conocen. A medida que los pueblos se vacían o que fallecen sus vecinos más longevos, los límites de las propiedades, ya sean edificaciones, fincas o “castañeos”, tienden a olvidarse, y por este motivo los litigios aparecen de forma cada vez más frecuente cuando llega el momento de heredar o de iniciar un proceso de compraventa.

¿Se puede cerrar una antojana?

Llegados a este punto es fundamental entender que, por el hecho de ser dueño de una propiedad ya se es titular de su antojana. Eso sí, hay que tener cuidado con que esa antojana no dé servicio a otras propiedades, en cuyo caso estaríamos hablando de tantos titulares como a propiedades sirva dicha antojana.

Si la antojana sirve únicamente a una propiedad o las diferentes propiedades pertenecen al mismo titular, existe la posibilidad de registrarla, aunque en este segundo caso, de venderse alguna de las propiedades, la antojana volvería a ser compartida con el nuevo propietario.

En cualquier caso, al momento de querer registrar una antojana es importante revisar las escrituras existentes sobre la propiedad y contar con la ayuda de profesionales de la ingeniería geomática y topográfica, que, accediendo al registro de la propiedad y al catastro, y a través de su labor técnica y de mediación, ayudarán a la resolución de cualquier conflicto sobre las lindes.

Los interesados deben proporcionar al profesional toda la información de que dispongan: Información notarial, escrituras, información registral, notas simples, información del registro de la propiedad, por supuesto identificándose como poseedores de ese bien o como herederos legales. En este sentido la delegación de Asturias y Cantabria del Colegio Oficial de Ingeniería Geomática y Topográfica, situada en Oviedo, cuenta con un Punto de Información Catastral de consulta pública, donde los interesados podrán solicitar los datos catastrales actualizados y protegidos de cualquier parcela.

Con esto se inicia un proceso de investigación y análisis de la información que terminarán determinando el alcance de la posesión de los bienes, sus condiciones y circunstancias, incluyendo el espacio al que hacen referencia las antojanas, para proceder a ordenar y actualizar la información para legalizarla en el registro de la propiedad, en la notaría y en el catastro.

“Los profesionales de la Ingeniería Geomática y Topografía atendemos cada año numerosas solicitudes de personas que necesitan identificar correctamente los límites de sus propiedades, ya sea por motivos de herencia o porque quieren vender o adquirir una propiedad. En estas situaciones nuestra labor pasa por identificar con exactitud las dimensiones de las propiedades en cuestión, delimitándolas a través de coordenadas, e incluso identificando las dimensiones de sus antojanas, que en la mayoría de los casos no están definidas de ninguna manera”, agrega Pedro Pablo Valerio Morís.

Una vez terminado este proceso, la propiedad ya se puede poner en el mercado inmobiliario, legar a través de un testamento o solicitar una licencia urbanística para construir una vivienda.