Ribera de Arriba posee fértiles vegas y aún mantiene ganaderías de producción cárnica, aunque sea en menos medida que tiempos atrás. Las circunstancias que afronta el sector hacen complicada la incorporación de jóvenes en un municipio que aun siendo rural cuenta con una excelente comunicación con otros concejos y está a diez minutos de Oviedo. Borja Fernández es un joven de 31 años que tiene como segunda actividad la ganadería con 10 animales de raza Asturiana de los Valles, una afición que heredó e intenta mantener.