El éxito de Delagro en esta campaña ha sido tener productos en tiempo y forma para todos los socios

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Hace unas semanas se daba por cerrada una campaña compleja, que ha provocado algún que otro desvelo en los equipos de compras de Delagro, pero que ha culminado con un final feliz y con el orgullo de no dejar a ningún socio sin acceso a productos esenciales para el funcionamiento de sus negocios.  Lo cierto es que fueron varios factores los que se han ido sumando hasta formar la tormenta perfecta y, sin embargo y pese a ello, Delagro ha conseguido mantener firme el rumbo y llegar a buen puerto.

“Ya veníamos de una situación muy compleja desde la pasada campaña debido a la pandemia, que ya había golpeado a las cadenas logísticas internacionales. Lo mismo ha sucedido con la tendencia del incremento de los precios de coste de materias primas, a lo que se sumaron las crecientes dificultades en la garantía de suministro a nivel global”, explica José Manuel Díaz, responsable Comercial y de Marketing de Delagro.

“Ha habido momentos durante la campaña en los que, aunque quisieras comprar y tuvieras la capacidad de pagar, al no existir disponibilidad de productos, te podías encontrar igualmente en problemas. Afortunadamente en Delagro pudimos sortear esas situaciones con un equipo de profesionales que se ha volcado para no nos quedásemos nunca sin stock, trabajando con agilidad y flexibilidad”, añade Díaz.

Por otro lado, Ana Martínez, directora adjunta de producción vegetal, apunta que a los incrementos de precios y dificultades de garantizar el stock se ha sumado un factor productivo, por el que “la materia prima ha reducido el volumen con el que llegaba al mercado. Se produjeron inundaciones en Alemania y también se padecieron sequías en Centroeuropa. Por otro lado, China ha comenzado una tendencia de reducción de su producción por el cumplimiento de los límites del protocolo de Kioto, lo que provocó el cierre de algunas fábricas que no cumplen medidas de límites de contaminación. Cuando China deja de vender, esto tiene un impacto a nivel mundial”.

La puntilla a esta delicada situación la vino a poner el impacto de la guerra. “22 de febrero, es una fecha que no se nos olvida. Teníamos ya toda la campaña encauzada, cuando los principales graneros del mundo, que son Rusia y Ucrania, entraron en un conflicto bélico y dejaron de proveernos. El impacto ha sido enorme en el precio y la disponibilidad de materias primas y fertilizantes”.

“El precio lo marca el mercado, y desgraciadamente Delagro no tiene poder para influenciar en una reducción de esa subida de precios. Lo que sí podemos hacer es ejercer de dique de contención. Debemos tener en cuenta que, si Delagro desapareciese mañana, el mercado viviría automáticamente un repunte de precios. La dimensión y el poder de negociación de nuestra cooperativa funciona como un ancla de los precios, delimita una zona en la que se puede vender un artículo, tirando de los precios hacia abajo”, asegura Javier Caneda, responsable del área de Producción Vegetal en Delagro.

Las herramientas de Delagro para capear el temporal

“En Delagro tenemos muy claro quiénes son nuestros jefes. Trabajamos para otras empresas, otras cooperativas y cientos de explotaciones ganaderas socias. Nuestros dueños son los propios ganaderos y lo que hacemos es cubrir su demanda. Ese es nuestro objetivo y nuestra responsabilidad, porque los animales comen todos los días, y nos lo tomamos muy en serio”.

Para desempeñar esta tarea con éxito, la estrategia de compras es clave. “Cada familia de productos diseña su propia estrategia en función del contexto y la demanda específica. Detrás de este proceso hay un equipo de profesionales que está atento a cada uno de los movimientos del mercado. El hecho de poder beber de todas las fuentes de información posibles, nos permite tomar decisiones con un porcentaje de éxito más alto. Cuanta más información tengamos, más fácil tomar la decisión de compra acertada y más posibilidades de que podamos anticiparnos” detalla Ana Martínez.

La clave está en el conocimiento del mercado y la profesionalización, junto al establecimiento de relaciones sólidas con los grandes operadores del mercado. Así lo explica José Manuel Díaz: “En Delagro existe un equipo de profesionales especializados, enfocado en trabajar con proveedores de referencia, lo que nos proporciona una ventaja competitiva: conseguimos siempre productos con buena relación calidad precio directamente de los principales productores a nivel mundial. Ante el contexto de escasez mundial los proveedores sufrirán, pero los grandes sufrirán menos. Nuestra capacidad de negociación es alta, debido a las cantidades que manejamos al sumar las necesidades de varias cooperativas”.

Por otro lado, también destacan su capacidad financiera para apalancar recursos y hacer frente a las compras anticipadas. “Esto nos permite tener línea directa con las grandes multinacionales, que van a vender a quien le ofrezca solvencia crediticia”, añade.

Las claves del éxito: anticipación e innovación

Además de profesionalidad, conocimiento y estrecha relación con proveedores de primer nivel, desde Delagro destacan su sentido de la Responsabilidad Social y del compromiso con la mejora continua como organización. En palabras de Ana Martínez: “En los últimos dos años uno de los principales objetivos que hemos trabajado es el de anticiparnos ante los cambios legislativos tanto en temas de sostenibilidad como de digitalización. Poder ir un paso por delante nos ofrece una ventaja competitiva y para eso necesitamos trabajar siempre desde la innovación, el valor añadido y la calidad”.

Un ejemplo de ello es Blue Star, un fertilizante bioestimulante que lanzaron el pasado mes de enero centrado en mejorar la eficiencia de las plantas en la captación y aprovechamiento de los nutrientes disponibles en el suelo. “Estos fertilizantes contribuyen a una agricultura más sostenible, reduciendo las emisiones, la huella de carbono y las pérdidas de nutrientes no aprovechados. De esta forma, conseguimos adelantarnos a las nuevas exigencias medioambientales contenidas en la Política Agraria Común (PAC) y la estrategia de la Granja a la Mesa, así como el Real Decreto de Nutrición Sostenible, cuya publicación es inminente”, detalla Javier Caneda.

Otro tema en el que Delagro se vuelca es el de la trazabilidad, porque la legislación así lo va a exigir. “Esto va acompañado de un proceso de digitalización, de poder acceder a la información de forma rápida, de desarrollar herramientas ágiles para comunicarnos de manera automatizada con nuestros proveedores”.

Y, por otro lado, está la obsesión por la disponibilidad y la calidad. “Uno de los compromisos que adquirimos con las cooperativas socias es el de tener producto siempre y que, además, este producto sea de buena calidad, que cumpla su función de forma eficiente y sostenible. El mercado ve eso, que las cooperativas siempre tienen productos disponibles y de buena calidad, porque está sujeto a estrictos controles que llevamos a cabo en Delagro a la llegada de todos los productos”, añaden.

Encarando el futuro: incertidumbre y flexibilidad para la próxima campaña

La estrategia de anticipación cada vez es más difícil de aplicar ante la incertidumbre imperante, pero las compras y el diseño de la estrategia más adecuada para ejecutarlas no se detienen en Delagro. “Con este panorama, ya hemos tenido que comprar las semillas pratenses del próximo otoño y los plásticos de ensilado. Estamos analizando ahora las compras de los fertilizantes que se utilizarán la próxima primavera”, explica Caneda.

Así, el planteamiento de cara a la próxima campaña se ha adaptado a las circunstancias, en un rápido viraje de estrategia. “Al no tener visión de futuro ante la altísima incertidumbre preferimos ir más al día. Las previsiones están muy a la baja, pero también es nuestro papel el de equilibrar esas previsiones en función de posibles escenarios, estableciendo los stocks de seguridad en función de históricos. Las compras no cesan y preferimos ir dando pasitos cortos, poniendo en marcha todas las herramientas que nos permiten movernos con agilidad y sobre seguro”.

Además, consideran que es importante no apartar el foco de las exigencias de calidad. “Cuando el río está revuelto, es fundamental dejar claras las especificaciones de todos los productos, ya que esto es lo que nos permite ofrecer siempre las máximas garantías a los ganaderos y agricultores que compran los productos. Hay que comprar lo mejor, pero a un precio competitivo; establecemos unos estándares de calidad y de ahí no nos bajamos”, asegura Martínez.

Haciendo balance de esta campaña 2021-22, no se les escapa un dato que respalda el trabajo bien hecho: “Las ventas de las cooperativas se han incrementado. Habrá quien haya seguido comprando en la cooperativa simplemente por costumbre, pero lo cierto es que han llegado nuevos clientes y eso nos confirma que hemos lo hecho bien y hemos cumplido nuestro propósito y compromiso”, señala Caneda.

“Ante la escasez de productos y la buena gestión que hizo Delagro consiguiendo aprovisionamiento para las cooperativas, acudieron a ellas consumidores que no solían ser los habituales, ya que los otros canales de distribución no podían ofrecerles esos productos de campaña. El éxito de la eficacia de Delagro en esta campaña ha sido tener el stock en tiempo y forma para todos los socios, aunque para lograrlo hubiese que remar contra viento y marea”, corrobora Díaz.

Sobre Delagro S. Coop.

Delagro tiene su origen en tres cooperativas de segundo grado, Cica (Asturias), Sergacán (Cantabria) y Cecoop (Galicia), que en 1994 deciden unir esfuerzos y llevar a cabo una actividad comercial común y buscar sinergias. La integración de estos tres socios iniciales, da como resultado que en 2005 nazca Delagro, con el objetivo de convertirse en el mejor ejemplo de integración cooperativa.

Con una facturación que supera los 200 M€, está integrada por más de 23 entidades, algunas de ellas de segundo grado, de Asturias, Cantabria y Galicia. Juntas, aportan 37 cooperativas representadas, con casi 26.000 familias asociadas, de las que 17.000 son socios con actividad agraria. Un Grupo que apuesta por la innovación y que se ha convertido, de esta manera, en una de las más importantes centrales de compras y distribución del norte de España.