Hace dos años, Beatriz Rodríguez y Fran Wagner emprendieron un proyecto pionero en lo que a elaboración de Gamonéu se refiere: producirlo de forma ecológica. Tras unos años dedicados a la ganadería de carne, también ecológica, la pareja afincada en Parda, parroquia canguesa de Margolles, se decidieron a dar el paso. “No había suficientes ingresos con la ganadería de carne y decidimos diversificar con el tema del queso”, relata Fran, quien señala que “no teníamos ni idea de cómo se hacía, pero fuimos aprendiendo. Hacer queso es fácil, lo difícil es hacerlo bien”, resume.
A falta de recursos propios para iniciar la quesería, decidieron crear un crowdfounding para buscar financiación. Según Beatriz, “ofrecemos un proyecto que resulte atractivo a través de una plataforma y hay una serie de mecenas que colaboran económicamente porque les parece interesante. A cambio, establecemos una serie de recompensas, que van desde un trozo de queso, hasta visitas guiadas o talleres de elaboración, dependiendo de cada aportación”. Ante lo singular de la iniciativa, los resultados no se hicieron esperar. “La campaña fue un éxito y, al poco tiempo, ya estábamos produciendo queso”, explica Fran. “Conseguimos, incluso, más de lo que pedimos”, coincide Beatriz.
Incendio y reinicio
Sin embargo, hay veces que, fortuitamente, el trabajo y la dedicación se pueden ver reducidos a cenizas. “Al mes y medio de arrancar, nos quemó la quesería entera y nos quedamos sin nada”, relata Beatriz, quien recuerda que “sentimos desesperación en un principio, pero decidimos no abandonar gracias a más ayuda de más gente, sobre todo, de conocidos”. Según Fran, “pasaron unos días en los que tuvimos que recomponernos, pero decidimos intentarlo otra vez”.
La apuesta por las razas autóctonas y las tres leches para la elaboración de sus productos es otro de los factores diferenciales de la ganadería canguesa. “Tenemos vaca casina para carne y vacas ratinas, cabras bermeyas y ovejas lachas y cruces para la leche”, explica Fran. “A pesar del incendio, nunca dejamos de hacer queso en la cocina de casa y ir probando. Teníamos a los animales y había que seguir haciéndolo”, añade Beatriz.
Planes de futuro
Tras sobreponerse y reiniciar su proyecto, en La Casa Vieya ya están recogiendo sus primeros frutos. “Volvimos a producir en invierno de 2020 y el queso está gustando muchísimo entre quienes lo prueban. Al ser de tres leches, cada una de ellas aporta sus matices”, subraya Beatriz. Otro de los proyectos que se plantean es producir el primer Gamonéu del Puertu en ecológico. “Nos gustaría hacerlo pero, desgraciadamente, no depende de nosotros”, recalca Fran, aduciendo que “el Ayuntamiento de Cangas de Onís no contesta a nuestra propuesta”. Para el ganadero y quesero, “que podamos acceder a una cabaña en el puerto sería lo más cómodo para nuestros animales, ya que tendrían el espacio que aquí no tenemos, pero parece que priorizan el uso turístico al de los ganaderos”. Respecto a qué aspectos serían necesarios para la mejora de las condiciones de su actividad, Beatriz y Fran señalan que “llevamos mucho tiempo solicitando rehabilitar una cabaña para nuestro ganado y hasta tenemos permiso del Parque Nacional, pero no nos responden desde el Ayuntamiento. A parte de eso, con que nos dejen trabajar sería suficiente”.