Trabaja coordinando los esfuerzos de ENCE con el resto de entidades forestales, para conseguir transformar el sector y hacerlo más fuerte, sostenible y valioso para la sociedad, no solo el valor económico, sino también social y ambiental. Alejandro Oliveros, director de Ordenación Forestal de ENCE afirma estar “para solucionar necesidades de la sociedad, ya que usar madera obtenida de forma sostenible contribuye al beneficio medioambiental del planeta”. Reconoce que “hay una gran labor que hacer”, y se siente afortunado de poder participar en ello. Para mejorar el sector es necesario conocerlo (y darlo a conocer mejor), y sus pasos previos en la compañía -dirigió compras de madera, aprovechamientos forestales y la gestión forestal de nuestros montes- contribuyen a que disponga de una perspectiva “amplia y realista, aunque con grandes dosis de optimismo, lo que más contribuye es lo que aprendo continuamente de mis compañeros y amigos del sector”.
-¿Qué importancia tiene el eucalipto en la superficie forestal asturiana?
-Hay una imagen generalmente errónea de excesiva presencia, porque está plantado en la franja costera y tiene una visibilidad proporcionalmente mayor a su extensión real. En realidad, ocupa unas 60.000 ha (menos según los últimos datos), apenas el 8% de la superficie forestal asturiana, menos que el castaño, que los robles o que el haya, a los que no ha sustituido. En 1862, Asturias contaba sólo con unas 170.000 ha arboladas, situadas fundamentalmente en las montañas y el interior. Actualmente cuenta con más de 450.000. El eucalipto es clave en Asturias porque, con esa limitada presencia, produce más del 80% de lo que cada año se corta de madera, un material renovable y reciclable absolutamente clave para el futuro. Madera que la sociedad necesita cada vez más, totalmente ligada a nuestra vida diaria: pañuelos, papel higiénico, bolsas, libros, cartón de embalaje, mascarillas, fibras textiles (sí, camisas hechas de fibra de madera que se venden ya en nuestros comercios y quizás vestimos sin saberlo), fibras absorbentes, como las de los pañales o las compresas… una creciente variedad de productos que pueden, cada vez más, sustituir materias, como el plástico, o procesos mucho menos sostenibles.
-¿Es rentable el eucalipto para los propietarios de los montes?
-Por supuesto, por eso es una de las principales opciones de cultivo de los propietarios forestales. Pero, podría serlo mucho más con mejor gestión. Una gestión más profesional (uso de planta idónea, abonado, selección de rebrotes tras la corta…) y no retrasar la corta más allá de los 15 años (después decrece el ritmo de crecimiento), pueden mejorar significativamente su rentabilidad y su sostenibilidad. Otra clave para ello es la agrupación de gestión entre propietarios colindantes, fundamental porque aumenta la productividad, disminuye costes, riesgos y necesidad de infraestructuras, y facilita la conservación: protección del suelo, biodiversidad, etc.
-¿Qué problemas afectan al eucalipto y cuáles serían las soluciones?
-Hay problemas sanitarios, como la Teratosphaeria, que tiene una incidencia relevante y reduce el crecimiento de la plantación. Existen variedades de eucalipto muy poco susceptibles a este hongo, pero es necesario un desarrollo mayor para ponerlo al alcance de los propietarios. También está el Gonypterus, un escarabajo defoliador. Para combatirlo desde Ence y desde la Consejería de Medio Rural se han realizado campañas de tratamientos biológicos, y se ha desarrollado un Grupo Operativo a nivel nacional (GOSSGE), que ha mejorado las herramientas de defensa. El Cambio Climático generará importantes cambios en los próximos años que afectarán a los montes asturianos, también a las plantaciones. Es fundamental monitorizar estos cambios y su impacto. Estos problemas requieren dar nuevas alternativas de cultivo a los propietarios forestales, incluyendo nuevos eucaliptos aptos para su transformación, siempre sujetos a los límites establecidos en el Plan Forestal del Principado. El abandono de la gestión forestal también afecta al eucalipto. Ciertamente contribuye a generar empleo y riqueza en las zonas en las que se planta, pero si los propietarios de los montes van desapareciendo del rural y abandonando la gestión, tendremos un problema. Hace falta cuidar adecuadamente los cultivos. La agrupación de gestión permitirá al que no está cerca dejar la gestión en buenas manos. Finalmente hay un problema de imagen, que exige una gestión visiblemente sostenible en el monte y comunicación y diálogo. La sociedad debe conocer qué le aporta el eucalipto y tener una visión equilibrada de sus ventajas, problemas y soluciones. Hay muchos mitos negativos sobre el eucalipto que desterrar, como el de su carácter invasor, que acaba de rechazar el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, pero también necesitamos mejorar su gestión.
-Escuchamos a menudo la palabra sostenibilidad, ¿cuál es el futuro del eucalipto en la región?
-Nuestra visión es que la madera es el material del futuro. Cada vez será más fundamental para la sociedad, en lo que se ha denominado el modelo de la bioeconomía. Y el eucalipto es un recurso de gran importancia para producirla. Garantizar su futuro es gestionarlo sosteniblemente. El porcentaje de madera que entra en nuestra biofábrica de Navia con certificado de gestión forestal sostenible ha crecido enormemente hasta superar el 90%. Pero hay que seguir mejorando la gestión. Así podremos seguir obteniendo los productos mencionados, y muchos otros nuevos. Los avances tecnológicos permiten ya construir edificios de más de 50 plantas basados en madera, y mediante procesos químicos, obtener detergentes, espumas de relleno, pantallas flexibles, protecciones resistentes y ligeras, vainillas, bioasfaltos… un sinfín de productos basados en este magnífico material renovable que sustituyen otros desarrollados a partir de fósiles. El futuro está hecho de madera.