Hicor es una empresa mayorista que vende a gran distribución con líneas de despiece y embandejado de productos cárnicos. Makro, Eroski, Leclerc y Carrefour son sus principales clientes y esperan abrirse a nuevos mercados fuera de Asturias con la IGP Ternera Asturiana. “El 2 de septiembre salió el primer envío para Carrefour de nuestra marca IGP Ternera Asturiana ecológica”, explica Andrés Vega, ganadero y responsable de compras de Hicor.
-¿Cuál es su papel con Carrefour Bio?
-Que la marca Carrefour Bio haya elegido carne de IGP Ternera Asturiana es importante porque puede ser un referente cuando se implante en más hipermercados, estamos empezando. Nosotros hacemos el embandejado y despiece y se presenta con su propia marca. Para Hicor es un reto. El primer pedido son 1.600 bandejas y supone un volumen importante para nosotros.
-¿Qué significado tiene para ustedes la IGP Ternera Asturiana?
-La IGP para nosotros es todo. Es poder competir en el mercado. Sin todas las ventajas que nos supone, para una empresa como la nuestra sería imposible salir fuera de Asturias. IGP es un escudo para el ganadero y para la distribución.
-Uno de los productos estrella de Hicor es el cachopo.
-Tiene muchísimo éxito y tenemos que conseguir que la gente, cuando pida un cachopo, exija que sea de Ternera Asturiana. Los platos precocinados pueden ser un mercado muy interesante.
-¿Cómo ve el futuro?
-La Ternera Asturiana tiene mucho recorrido fuera de Asturias. Pese a que cada vez se consuma menos carne, el consumidor cada vez valora más el respeto al medio ambiente, el bienestar animal y los certificados de garantía sanitaria e IGP nos aporta todo eso. Además, si el ganadero no gana dinero, lo estamos abocando al cierre. Estamos en momentos difíciles, pero tenemos que unirnos todos para que el ganadero pueda dar salida a sus productos y tenga un precio digno.
-¿Cómo han vivido desde una empresa familiar como la suya la evolución cárnica en estos años?
-Nuestros abuelos ya eran ganaderos y regentaban una carnicería, recuerdo a mi abuelo ir a ferias a marcar el ganado y luego cebarlos en casa. Luego con mi tío ya fue cambiando la cosa. Empezó a apostar porque hubiera un producto certificado en el que quedara reflejado el valor y el trabajo tanto del ganadero como el del comercializador. Siempre nos dijo “al ganadero, cuidadlo“. Empezamos de aquella a comercializar ya la carne en bandejas fuera de Asturias. Ahora nosotros vemos el futuro con mucho optimismo. Hay que adaptarse a los tiempos sin olvidar nunca nuestra matriz.