La Asociación Asturiana de Tiro de Campo (AATC) retomó la actividad en la sierra tinetense tras alcanzar un acuerdo con la Consejería de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca, órgano consultivo y asesor en materia de caza, que les autoriza la actividad en el campo de tiro. “Los permisos habían caducado, y sumado a las restricciones para frenar la Covid-19, hubo un periodo de inactividad hasta que la Administración resolvió a favor de prolongar la licencia por tres años más, y hasta un cuarto de manera verbal. Desde hace tres meses, el campo de tiro está habilitado”, explica Iván Álvarez González, socio fundador y tesorero de la entidad. Por ello, una vez iniciada la desescalada del estado de alarma, “nada más que se nos permitió, retomamos el ejercicio a nivel social con una reunión y una tirada”.
Y es que, el arte de disparar, como casi todo en la vida, es una combinación de técnica y práctica. En Asturias, por cultura o tradición, el desarrollo de esta destreza está vinculada directamente al cazador y a una pieza abatida, como el venado o el jabalí, como trofeo pero existen otras modalidades de tiro tan desconocidas como sus adeptos; más discretas pero igual de arraigadas para quienes se decantan por su práctica. El Field Target está considerado como algo más que una afición, ya que en ella destacan características como el entrenamiento, la concentración, la técnica o la competición, y especialmente el compañerismo. Debido a la reciente adopción por la Federación Española de Caza, que lo reconoce como deporte, “la asociación está realizando todos los trámites para formarse como sociedad deportiva, y pasará a llamarse Club Asturias Field Target”, avanza Álvarez González. Esta transformación, “le da más categoría a la disciplina”, subraya. Asimismo, su inclusión les hubiese permitido celebrar el primer campeonato de Asturias de Field Target con el apoyo de la Federación de Caza de Asturias, durante los siete últimos años enmarcado como Open, pero a consecuencia de la pandemia “se canceló y ya lo posponemos para 2021. Intentar celebrarlo este año y fecharlo de nuevo trastocaría todo el calendario nacional”.
Pequeños pasos pero grandes progresos para un grupo de apasionados a disparar con carabinas de aire comprimido que ante la necesidad de poder disfrutar de esta afición de forma legal crea la AATC hace 8 años, única entidad regional dedicada a esta modalidad y que a día de hoy cuenta con 8 socios. Su principal función es la promoción, divulgación y organización de eventos relacionados con la práctica como deporte, del tiro con armas de aire comprimido de cuarta categoría, o lo que es lo mismo, la clásica carabina de balines. Con sede en Tineo, cuentan con local social y un circuito de tiro, en el que se congregan una vez al mes prueba de liga. Desde la entidad destacan la labor del Ayuntamiento tinetense en pro el desarrollo y promoción de esta modalidad. De hecho, el concejal de Deportes, Manuel Noé García, participó en el último encuentro para conocer de primera mano la actividad.
Escenario exclusivo
Mientras los cazadores tienen vetado el acceso al monte con armas hasta septiembre -coincidiendo con el inicio de la temporada- el tiro de campo se puede disfrutar de enero a diciembre en un paraje exclusivo a nivel regional: “un campo al aire libre en el que puedes hacer un recorrido con blancos en diferentes direcciones, con distintos ángulos y distancias solo existe en Asturias el de la AATC. Podríamos hacer una línea de tiro de unos 800 metros”.
Su finalidad es la de derribar unas dianas metálicas y abatibles que imitan las siluetas de pájaros o conejos que están situadas entre los 9 y los 50 metros simulando situaciones de caza. Se derriban cuando se acierta con el disparo sobre un círculo central. Una vez en el puesto, el tirador debe adaptarse a la inclinación del terreno, buscar el mejor ángulo de tiro y conjugar factores como la luz, el viento, la distancia o la caída.