Enverniego es una braña valdesana, que pese a su orografía y escasa población, cuenta con dos ganaderías lácteas y una cárnica con gente joven al frente. La de El Casao es una de ellas. La pasión por las vacas se despertó en Roberto Manuel Cernuda Feito desde la infancia, cuando acudía con su abuelo, Manuel Feito Martínez, a los concursos del municipio con toros de raza Asturiana de los Valles. Posteriormente con su incorporación llegó la profesionalización, nuevas instalaciones, aumento de cabezas y una cabaña de Frisonas y Pardas para producción láctea además de Asturiana de los Valles que tiene en un pueblo cercano. Además actualmente el presidente de la Asociación de Ganaderos de Raza Parda con sede en León. Esta raza está incrementando su presencia en Asturias, y son muchas las ganaderías que incorporan animales de esta raza para ganar calidades (grasa y proteína) en la leche que producen. También es juez de concursos de raza Parda.

-¿Cómo fue la evolución de la ganadería?

-Es una ganadería familiar, de toda la vida, desde 1940 puedo tener referencias, y en 1956 mi bisabuelo y mi abuelo fueron a Madrid a la Feria del Campo con un toro que quedó segundo en el concurso de raza Asturiana de los Valles. Primeramente aquí hubo Asturiana de los Valles pura. Teníamos la parada oficial de sementales de monta natural autorizada y aquí acudían ganaderos de todo el concejo de Valdés e incluso de Tineo con sus vacas.  Mi abuelo incorporó ganado de leche, metió la raza Holandesa en su día, ahora Frisona, y en el año 1987 nos asociamos la Asociación Nacional de Frisona Española (ANFE), en el Registro Genealógico de la Frisona, y en de la Parda de tronco original. En aquellos momentos la parda era una vaca mixta, de leche y carne, que se utilizaba para trabajar. De mi abuelo la ganadería pasó a mi madre y de ella a mí. Me incorporé en 199696. Ya había ayudas a la incorporación, tuve 1.500.000 pesetas de la época. Era una ayuda importante para arrancar. Conmigo se hizo la nave, se aumentó el número de cabezas, se incorporó maquinaria y se puede decir que nos profesionalizamos.

-Actualmente ¿cuántos animales tiene?

-Unos 98 animales, 40 entre vacas, terneras y novillas Pardas; otras 50 Frisonas y el resto Asturiana de los Valles. En producción cuento con 56 madres ahora mismo.

-¿Cuál es su producción y sistema de ordeño?

-Soy socio de Central Lechera Asturiana. La producción media por vaca y día es de 30/31 litros y cuento con un sistema de ordeño directo en plaza, tengo plazas de amarre fijo. Las vacas están todo el año estabuladas hasta que se secan y se sacan al pasto en verano.

-¿Cuál es la alimentación de los animales?

-Se trata de una mezcla de ASA que incluye el pienso, corrector y forraje de alfalfa y paja. Disponen además de silo de hierba a discreción.

-¿Realiza usted los trabajos de campo o subcontrata?

-Los hacemos nosotros, tengo maquinaria en copropiedad con otro vecino y nos ayudamos para los trabajos.

-¿Cuándo surge su afición por los concursos ganaderos?

-Me gustan de toda la vida, ya de crío participábamos con Asturiana de los Valles en los concursos de Trevías y Luarca. Más tarde conocí las Ganaderías Flora y Parlero, y ahora concursamos con Frisona y Parda.

-Además es juez y presidente de la Asociación de Ganaderos de raza Parda.

-Sí, empecé en la escuela de jueces de CONAFE de Frisona, luego estuve en Italia y Austria con la Federación Europea, y llevo 11 años de juez de raza Parda. Desde mayo del año pasado presido la asociación de Parda, es casi un reto sacarla adelante, porque teníamos pocos animales, vamos dando pasos, poco a poco, tenemos un nuevo director técnico y un nuevo calificador. Este año registramos un incremento de 30 ganaderías de Frisona que han incorporado Parda. Desde la asociación percibimos que están entrando muchos animales importados de Austria, Francia y Alemania. Esto se debe a que tienen por objetivo subir las medias de calidad de la leche.

-El año pasado organizaban el Nacional en Gijón en Agropec, ¿cómo fue la experiencia?

-Fue un reto. Junta directiva y socios, sobre todo los que participan en los concursos, pusieron su grano de arena para poder llevarlo a cabo. Al final quedamos muy contentos, todo salió bien, y con público, que era lo que en otras ocasiones nos faltaba.

-¿Cómo ve el futuro de la ganadería de leche?

-Esta zona es bastante desfavorecida y viendo por dónde va la PAC y las normas que nos imponen, aunque fomentan la incorporación de ganaderos jóvenes, no es fácil. En el caso de ganaderías de leche es mucho trabajo, el beneficio es el que es y sabiendo que tienes que trabajar todos los días del año. Pero a los que nos gusta, aquí estamos, tirando de ello para delante.

-¿Y la rentabilidad?

-Por orografía, este pueblo tiene fincas de pasto. La hierba para los silos la traemos de zonas cercanas a Luarca, Almuña, Barcia o Aldín. Tenemos un coste adicional fuerte al tener que traer las bolas de hierba hasta aquí. Los beneficios son bastante ajustados, los terneros pequeños que tenemos que quitarlos con 15, 20 o 25 días, nos aportan hoy menos dinero que cuando estaban a cargo de mi abuelo. Un ternero frisón valía 35.000 pesetas de la época y hoy lo tenemos que dar por 50 euros. El coste de producción, cada día sube más y el precio de terneros, leche o carne, es menor que hace 30 años. Los gastos fijos suben, los impuestos, seguros… llegas muy justo a final de mes.

-¿Cómo les afecta el estado de alarma por el Cornavirus?

-Directamente nos limita deshacernos de los terneros pequeños, los mercados están cerrados y a las explotaciones de leche nos interesa ordeñar vacas, cada día que pasa con ellos en la ganadería te hacen perder más dinero. Parece que ya se va a resolver. En el sentido laboral, nosotros prácticamente llevamos la misma vida que antes de la restricción del estado de alarma. Las vacas comen todos los días, se ordeñan todos los días, hay que limpiar establos y sacar el purín del pozo. Tomas las medidas oportunas como lavarte más las manos. Pero en los pueblos como este, de una casa a otra hay distancia, no tenemos mucho contacto, para nosotros guardar el metro y medio no es problema, casi el problema es vernos unos a otros en la vida normal. En vacuno de carne, imagino que al final los precios acabarán bajando, porque los mataderos están saturados. Esto nos va a pasar factura a todos los sectores y al sector del campo también lo afectará.