Alta Sierra de Tineo es una de las empresas asturianas más reconocidas en cuanto a la alta calidad de sus embutidos y productos cárnicos. Esta Sociedad Cooperativa nacía en el año 1982 de la mano de cinco socios que emprendieron en época de crisis la difícil tarea de asegurarse un puesto de trabajo tras el cierre de la chacinera donde trabajaban. Experiencia no les faltaba y ganas de trabajar tampoco, por lo que solicitaron el terreno en lo que era un pinar y que actualmente es un polígono industrial en una zona alta para la buena curación de los embutidos, en el lugar que da nombre a sus productos, Alta Sierra de Tineo. En el año 1983 empiezan las obras de construcción de la fábrica para un año después estar ya produciendo. En estos más de 30 años la empresa ha ido evolucionando con los tiempos, incluso superando vicisitudes como fue el incendio que sufrían sus instalaciones hace cinco años, y adaptándose a la demanda del mercado con la incorporación de su planta de productos precocinados enlatados o a las nuevas tecnologías ofreciendo venta on line. Una trayectoria “inimaginable” para algunos de los socios fundadores cuando echan la vista atrás.
Actualmente al frente de la empresa continúan tres de sus socios fundadores, Ramiro Gómez Martínez y Nemesio y Adolfo Gómez Pérez. Desgraciadamente dos de los socios fallecieron y continúan sus hijos, Mariano Berdasco Miranda, que trabaja también en la empresa y Begoña Mayo. Alta Sierra de Tineo cuenta con una veintena de trabajadores entre fábrica y ventas.
Cuentan con un amplio catálogo de referencias, todo tipo de salazones (jamones, lacón, cecina, panceta o bacon entre otros), preparados (callos o la oreja con jamón), productos tratados al calor (paletilla y lacón cocidos al natural), todo tipo de embutidos destacando el chosco, así como compango y fabas de IGP o sus productos enlatados (callos, oreja con jamón, botillo, fabada o pinchitos de chorizo a la sidra).
“El sector ha avanzado mucho y decidimos incorporar los precocinados, es lo que más futuro tiene. Después de la experiencia creímos importante adaptarnos a la gente joven que tiene poco tiempo para cocinar y necesita algo rápido. A día de hoy podemos decir que acertamos y vamos por buen camino, apostando como siempre por la calidad, ya que creemos que es lo primordial y el precio final al consumidor no le importa tanto cuando sabe que compra un producto bueno y natural”, explica Nemesio Gómez Pérez. “En la materia prima somos especialmente meticulosos, nos gusta comprar con garantía y siempre de animales castrados o hembras, siempre con kilos. El resto es pimentón, ajo y sal, todo natural”, afirma.
Su área de influencia en ventas es el occidente asturiano y toda la región, llegando con distribución directa propia hasta Galicia y León. Cuentan con un comercial en Madrid y tiendas que venden sus productos en puntos como Málaga o Orihuela, realmente llegan a todo el país. Y con la venta on line, a cualquier parte del mundo.
Chosco Alta Sierra de Tineo
Alta Sierra de Tineo es una de las siete empresas incluidas en la IGP Chosco de Tineo, lo que ha impulsado la promoción de este producto autóctono para que se vaya conociendo fuera de nuestras fronteras. “El impulso que ha supuesto la IGP se nota en el aumento de las ventas. Quizá no se conozca fuera tanto como quisiéramos, pero el que lo prueba repite, porque gusta mucho. De hecho de chosco podemos vender al año 60.000 piezas, se puede decir que es nuestro producto estrella junto al jamón y los callos”, explica Nemesio Gómez. Ofrecen tres tipos de chosco, el tradicional (cabecera de lomo, lengua y solomillo), el que denominan ‘largo’ de cabecera de lomo y el de lengua.
El futuro de la empresa pasa por el relevo, y ya cuentan con las generaciones jóvenes implicadas en el negocio. “Trabajando y ofreciendo calidad, siempre habrá futuro”.