La comarca vecina de Laciana (León), es eminentemente una zona minera golpeada por la crisis del sector que se ve abocada a la búsqueda de alternativas económicas de futuro. Anteriormente a que la minería se implantase en el valle, la ganadería ya fue uno de los medios de vida y actualmente es uno de los recursos del municipio para jóvenes con base territorial ante las dificultades laborales. Quizá por ello y dada la orografía lacianiega el Mastín Español es una raza autóctona que se conservó en la zona por el servicio que el animal ofrecía y ofrece al ganadero en el cuidado de sus animales en extensivo. Este puede ser uno de los factores que propicien que en Laciana en un radio de 10 km encontremos 15 criadores de la raza y se hayan convertido en un referente del norte de España.
José Manuel Moncó García es de Villablino y además de ser criador (Mastines de Filandón), es el representante territorial de la Asociación Española de Perro Mastín Español (AEPME) en León. Cría Mastín Español con pedigree desde el 2005 y su objetivo es mantener y dar a conocer esta raza canina, así como su “gran carácter adaptativo a cualquier entorno” del que destaca “su gran nobleza”. En su criadero sin lugar a dudas ‘Tango de Filandón’ ha sido el perro que ha marcado una época. Moncó reconoce que “morfológicamente no ha sido el mejor ejemplar criado por nosotros, pero sí el que nos ha alzado a lo más alto, y ello es debido a sus casi 300 hijos repartidos por todo el mundo, de una calidad más que contrastada y reconocida, así como el palmarés de éxitos conseguidos en las exposiciones y que están al alcance de muy pocos”.
En Laciana el Mastín Español es “una herramienta de trabajo” además de que pueda acudir a concursos. “En las comarcas de Laciana, Babia y Luna tenemos puertos de montaña y siempre se realizó la trashumancia en primavera y verano con los animales de vacuno a lo que denominamos “brañas”, explica Moncó. La convivencia del ganado con las alimañas, en especial con el lobo, depredador más problemático de la Cordillera Cantábrica, se resolvía con perros mastines que guardaban y cuidaban el ganado en los pastos. “El ganado en el monte necesita estar custodiado, y el Mastín Español es una solución más que probada”, corrobora, “hay criadores de Laciana que son ganaderos de toda la vida y no conciben la ganadería sin un mastín”, explica. El Mastín Español cuenta de forma innata con un carácter de guarda y de defensa genéticamente ligado a la ganadería.
Alimentación y cuidados
En las zonas de montaña un factor a tener en cuenta es el frío, ya que un Mastín Español en invierno “casi duplica su alimentación con respecto al verano”. Al perro hay que darle un “alimento óptimo, es preferible dar menos cantidad pero de buena calidad. En Laciana, a muchos criadores de la raza nos suministra el pienso Suroccidente Agrícola de Cangas del Narcea. Utilizamos concretamente la marca Bonmascota que funciona muy bien, y dentro de la variedad de gamas, la Extreme”. De este producto se estima que un mastín adulto en invierno consume entre 1,250 y 1,5 Kg y en verano entre los 750 y 900 gramos.
El Mastín Español no necesita excesiva atención veterinaria, se trata de un perro de montaña, de trabajo, que no requiere mayores cuidados que sus desparasitaciones al menos cada seis meses que marca la normativa, sus vacunas y la vacuna de la rabia, según la comunidad autónoma donde reside.
Más criadores lacianiegos
En Caboalles de Arriba hay varios criadores, entre ellos Juan Samuel García Lorenzana (Mastines de Casatrones) que comenzó a criar en 2013, tiene actualmente 11 animales y participa en concursos consiguiendo en 2015 el Campeonato de España Joven con ‘Cherza de Reciecho’ y el año pasado el Campeonato de España Joven y el Campeonato de León Joven con ‘Chousa de Casatrones’. Su perro estrella es ‘Sultán de Casatrones’.
En la misma localidad también encontramos a Baltasar Álvarez Rodríguez (Mastines de Reciecho) que cría desde 1995 con la finalidad de “tener buenos perros para la guarda de mis vacas”, y aprovechó algunos ejemplares de buenas cualidades y aptitudes para participar en exposiciones y concursos, consiguiendo varios campeonatos de España y León. Actualmente tiene cuatro animales y su perro estrella es ‘CH Duque de Reciecho’, Campeón de León en 2009, Campeón de España en 2010 y mejor ejemplar absoluto en la Exposición Monográfica de la Asociación Española de perro Mastín Español de 2014.
También en Caboalles de Arriba localizamos a Augusto Pires Barbadaes (Mastines del Mechal) que empezó a criar en 2014 “animado por algunos amigos”. No tiene ningún perro que haya ganado en concursos, pero espera “contribuir en la medida de lo posible a la mejora de la raza con el fin de ayudar a su continuidad”.
En la misma localidad encontramos a Antonio Carro Álvarez (Mastines Salgueirón) que lleva en el mundo de la cría desde 2005 y tiene en la actualidad ocho animales. Su interés no es otro que “el aprecio y debilidad por una raza majestuosa y noble, con una gran capacidad para el pastoreo y guarda, cumpliendo de una forma sobresaliente con el cuidado de mis yeguas”. La selección durante estos años le ha servido para participar en exposiciones y concursos.
Muy cerca, en Caboalles de Abajo, encontramos a Víctor Álvarez Fernández (Mastines de la Gritsandana). Tiene a día de hoy seis perros, cuatro hembras y dos machos. “Nuestra familia lleva criando mastines desde hace mucho tiempo ya que siempre hubo ganado en nuestra familia pero a la cría nos dedicamos desde hace 14 años”, explica. Su perro más destacado es ‘Duque de la Gritsandana’, un ejemplar de cinco años.
Luis María Fernández Fernández, también tiene su criadero en Caboalles de Abajo (Mastines Los Piscardos) y lleva conviviendo “toda la vida” con la raza, “antiguamente sin documentar y ya desde hace muchos años con perros inscritos”, afirma. Apuesta por mantener la raza por cuestión de “necesidad” además por la pasión que siente por ella. “Nuestros perros están trabajando con el ganado realizando su función ancestral en la guarda y custodia de nuestra ganadería en una zona muy conflictiva por la gran presencia de depredadores, y de ahí la necesidad de mantener y seguir seleccionando esta raza para que la convivencia entre ganado y depredadores sea posible”, explica. Uno de sus ejemplares más destacados, por elegir uno en cuanto a exposiciones se refiere, sería ‘Braña de Los Piscardos’, Campeona Nacional del club AEPME 2016 y Campeona de España 2017.
En Villablino el criador Ignacio Pérez Martínez (Mastines de Valseco) lleva con la afición por la raza desde 2012, a día de hoy cuenta con cuatro animales, tres hembras y un macho. Aunque no participa mucho en concursos su perro estrella es ‘Majuela de Valseco’.
En la misma localidad lacianiega, Villablino, encontramos al criador Basilio Gago Gutiérrez (Mastines Buxionte) que tiene actualmente siete animales. Después de más de 20 años criando Mastín Español continúa con la misma ilusión del primer día, “intentando mejorar la tipicidad y funcionalidad” de sus ejemplares. Para él todos sus mastines son “unos auténticos campeones”. El mayor triunfo logrado con sus perros y su grupo de criadores y amigos lacianiegos es “haber conseguido que el Valle de Laciana sea un referente nacional e internacional dentro del mundo del Mastín Español”, concluye.