Asturias mantiene el volumen de capturas y de ventas en torno a las 22.000 toneladas/año subastadas en las lonjas asturianas, cifras semejantes a otros años. El último trienio ha estado marcado por el reparto de los cupos de pesca en el Cantábrico y en el que Asturias junto con Galicia estuvieron muy desfavorecidas con respecto a Cantabria y País Vasco. El Principado de Asturias ha recurrido ese reparto en la Audiencia Nacional estando admitidas a trámite todas las denuncias y falladas las dos primeras a su favor por defectos de forma del Ministerio, que ha recurrido en casación. “Esperamos ganarlo en la vía contenciosa, no en la vía de la conversación amistosa, que sería lo ideal” afirma Vizcaíno.
-La certificación MSC del pulpo ha sido una noticia muy mediática. ¿Qué nos puede decir de ello?
-Es una novedad, la primera certificación MSC para un cefalópodo a nivel mundial. Es un marchamo más que garantiza frente a terceros, frente a consumidores generalmente de otros países un determinado nivel de sostenibilidad. Ello no quiere decir que aquello que no esté sujeto a la marca no sea sostenible. Cualquier pesquería regulada por cualquier Administración, nuestra competencia dentro de las aguas interiores o en el mar territorial por parte del Ministerio o en aguas comunitarias por la Unión Europea, se supone que es sostenible, para eso está la normativa. Digamos que hay mercados que son más sensibles a eso como Estados Unidos o los países del norte de Europa. Y eso solo te lo acredita un observador externo que actúa como juez.
-Siempre hablamos de la falta de relevo generacional en el campo ¿y en la pesca?
-Exactamente igual, es uno de los problemas, hay gente joven, incluso patrones mayores que son jóvenes, pero no hay relevo generacional. De hecho el comentario más general de armadores mayores de edad es que quieren es dejarlo y no quieren que sus hijos se dediquen a ello. En esta parte final de la crisis, creo que parte de la gente que se fue del sector pesquero a otros sectores pujantes como la construcción están volviendo. Aquí tomamos muy bien el pulso de ello en la Escuela o Centro Integrado de Formación Profesional del Mar, donde se forma gente para las embarcaciones náutico-pesqueras, y hay un repunte de alumnos. Quizá en dos o tres años estas personas llegarán a ocupar puestos de trabajo en la mar, pero de momento no. En la mar no te pueden contratar de hoy para mañana, se necesita una formación básica de competencia de marinero, son cursos reglados a lo largo del año en determinadas ocasiones cuando hay gente para ello, según la demanda y se necesitan 25 alumnos para ello.
-¿Qué se espera para el próximo año?
-Tuvimos la comparecencia de presupuestos y dependerá de que haya presupuesto o no. Fuera de lo que es lo tradicional de procedimiento administrativo normal o las ayudas que damos habituales, quizá lo más novedoso para el año que viene son dos iniciativas. La primera está relacionada con la pesca-turismo, para empezar a autorizar a barcos asturianos para que puedan salir con turistas a la mar, no es la solución para las embarcaciones pero sí para una o dos de cada puerto que puedan alternar la actividad pesquera con el turismo. La otra es una línea nueva del nuevo Fondo Marítimo y de la Pesca, la red de colaboración entre investigadores y pescadores que estamos poniendo ahora en marcha. Ya tenemos redactado un borrador de estatutos, de normas de funcionamiento, viendo qué organismos pueden participar. La parte de los pescadores está claro quien tiene que ser, pero vamos a contar con la Universidad de Oviedo, el Observatorio Marítimo, el Instituto Español de Oceanografía, el Centro de Formación Profesional del Mar, los biólogos del Principado… esa red lo que pretende es sentar en una mesa a pescadores e investigadores, ver qué necesidades hay en materia de investigación y financiarla. Es algo que me hace especial ilusión y creo que va a ser útil.
-¿El furtivismo?
-Ahora hay un aparente repunte, nuestros vigilantes y la colaboración que tenemos con el SEPRONA y el Servicio Marítimo de la Guardia Civil están funcionando muy bien. De repente un mes se pilla a tres o cuatro grupos con 20 kilos de percebe, es una cosa tremenda. Nuestros vigilantes cada vez tienen más experiencia y ya se sabe quién es el furtivo habitual, dónde vende… no sabes si es que somos cada vez más efectivos o si pillamos a más porque hay más furtivos. En la costa asturiana no es fácil la vigilancia, los furtivos van los días que no hay mariscadores en la zona porque no pueden coincidir con los perceberos profesionales. Hay días y circunstancias climatológicas complicadas, nuestros vigilantes hacen especial esfuerzo en esos momentos.