ENTREVISTA
Manuel Prado Menéndez, copropietario de la Ganadería La Era (Bonielles, Llanera)

Los hermanos Prado están al frente de la Ganadería La Era. Cuentan con 28 cabezas de Asturiana de los Valles como segunda ocupación, ya que ambos trabajan en otros sectores. Son la cuarta generación al frente de la ganadería familiar y llevan más de 40 años acudiendo a los concursos con sus vacas.

-¿Cómo ha evolucionado la Ganadería La Era?
-Nos gusta mucho la ganadería y queremos mantener la tradición familiar. Hace unos años mi hermano tenía frisonas, pero cuando empezó a trabajar en una empresa de maquinaria agrícola se decidió tener la Asturiana de los Valles, que requiere menos dedicación, ya que la frisona sería prácticamente imposible compatibilizarla con otros trabajos.

-¿Qué diferencia a sus vacas?
-Prácticamente es ganado criado por nosotros, salvo en momentos puntuales que se puede comprar una vaca. Las hembras que nacen en casa, vamos seleccionando las mejores y se cubren con toros que creemos interesantes de inseminación artificial. Las hembras que nacen se crían todas como mínimo hasta los dos años. Nos quedamos con las mejores o las que por su genética nos interesen más y vendemos el resto. Los machos se venden para vida, para sementales porque la gente ve nuestro ganado en los concursos y esa es una buena publicidad. Los que no se venden para sementales se venden a través de Aseava al destete o bien una vez cebados para un supermercado con el que tenemos un contrato.

-¿A qué concursos suelen acudir?
-Vamos a Avilés a San Agustín, al nacional de Cangas del Narcea, a Llanera, a Siero, a Infiesto, Belmonte y Pie del Oro. En Llanera tuvimos cuatro primeros premios, tres segundos, dos terceros y la vaca campeona con cría. Nos fue muy bien, para nosotros es el de casa y el más importante.

-¿Cómo ve el futuro?
-Intentamos que la ganadería sea un negocio rentable, pero también la mantenemos por afición. Es un trabajo duro, 365 días al año sin vacaciones y porque anochece, si no seguiríamos trabajando. Hay que intentar que la juventud y los niños sigan en el sector, animarlos, yo llevé a mi hija desde pequeña a los concursos, y hoy tiene unas vacas y va también a los concursos, estoy orgulloso de ello. La gente debería vivir un poco mejor en el sector.