El Consejo de la Producción Agraria Ecológica del Principado de Asturias (COPAE) ha puesto en marcha una iniciativa para acercar los alimentos ecológicos a los hogares asturianos, facilitando el contacto directo con los productores certificados. El suministro de productos alimentarios se considera actividad esencial, y por tanto todas las actividades relacionadas con su producción, transporte y distribución siguen operando para garantizar el abastecimiento durante el estado de alarma.
Para ello, el COPAE ha publicado en su página web un listado de los operadores certificados en los sectores de producción y elaboración que venden alimentos ecológicos con reparto a domicilio, con el fin de intentar paliar los daños ocasionados por el cierre de la hostelería y la suspensión de mercados locales. El objetivo es ofertar los productos ecológicos existentes y disponibles en estos momentos, indicando la zona de reparto y el pedido mínimo.
Además de este listado se recuerda que hay un registro de comercios minoristas, como las tiendas especializadas en productos ecológicos, y que la mayoría de ellos ofrecen servicio de venta por internet y entrega a domicilio. Uno de los propósitos del directorio del COPAE es facilitar el contacto entre productores y comercios locales o consumidores. Desde este modo, COPAE quiere fomentar el consumo de proximidad de alimentos ecológicos mediante el acceso directo a productores certificados.
La producción ecológica combina las mejores prácticas medioambientales, la conservación de los recursos naturales y la aplicación de exigentes normas que responden a una demanda creciente por parte de los consumidores de productos obtenidos a partir de sustancias y procesos naturales.
En el aumento de la demanda de alimentos ecológicos influyen unos hábitos más saludables y una mayor conciencia ambiental, por lo que se miran más los ingredientes y el origen de los productos en el etiquetado.
La producción ecológica es un sector en auge y una exigencia cada vez más extendida, por lo que la certificación es una ventaja para mejorar la rentabilidad de los pequeños productores, al conseguir un valor añadido en sus producciones, lo que contribuye al desarrollo sostenible del medio rural.