Agustín Herrero, director general de Cooperativas Agro- Alimentarias de España ha trasladado a los europarlamentarios y miembros de instituciones comunitarias que Mercosur supone una amenaza para muchos productos europeos, pero también una oportunidad para sectores como aceite de oliva, vino, aceituna de mesa, quesos de calidad y algunas frutas y hortalizas frescas y transformadas, para posicionarse en un mercado de más de 270 millones de personas. Durante su exposición ha solicitado que las importaciones de Mercosur cumplan con las normas europeas en materia de calidad y sanidad, y que para ello se refuercen las inspecciones en origen y se protejan los productos sensibles. Asimismo, ha pedido que el Acuerdo concrete el potencial que algunos productos pueden tener en Mercosur y que Brasil aplique su compromiso establecido en el Acuerdo de Paris contra el cambio climático con medidas concretas.
Herrero ha pedido a los europarlamentarios que el Acuerdo aplique la llamada Entidad Única Europea, para evitar que después de la entrada en vigor del Acuerdo cada estado miembro deba negociar con Mercosur protocolos de exportación por producto algo que
desvirtuaría el potencial que este acuerdo tiene para algunos sectores y fomenta distintas normas de exportación en función de cada estado miembro, como ya pasa en los acuerdos que la UE tiene con Japón, Canadá, México.
Respecto al vino, Agustin Herrero ha pedido el mismo acceso al mercado de Mercosur
que los vinos de Chile, los cuales no tienen que hacer frente a las grandes tasas que
sufren los vinos europeos. Además, ha solicitado un alineamiento de las normas de
etiquetado y prácticas enológicas con las de la Organización Internacional del Vino,
reducir la burocracia, seguridad en el pago y protección de las IGs. El director de
Cooperativas Agro-alimentarias de España ha exigido que se mantenga el arancel
europeo al mosto argentino, crucial para mantener el equilibrio en el mercado de vino de
importación. Respecto a los períodos de transición para la liberalización ha señalado que son más amplios para las exportaciones comunitarias que a la inversa. Ha puesto de ejemplo, el aceite de oliva que deberá esperar 15 años para la liberalización total, mientras que a la inversa son 4 años. En cuanto a frutas y hortalizas, Herrero ha manifestado su preocupación y oposición a la eliminación del sistema de control de precios de entrada de frutas y hortalizas, fundamental para verificar y controlar si se están produciendo distorsiones graves del comercio y activar la cláusula de salvaguardia pertinente. Durante su intervención, Herrero ha señalado el zumo de naranja y el arroz como dos productos que sufrirán las consecuencias del acuerdo. La liberalización de la importación del zumo de naranja, donde Brasil ya controla el 90% del mercado comunitario, supone un desequilibrio para el mercado en fresco, y presionará al sector productor europeo. Y el arroz lleva años sufriendo la continua apertura de mercados a importaciones procedentes de los países asiáticos, sin contar las negociaciones en curso con Malasia, Australia, EEUU o la India. Herrero ha recordado que los productores europeos están situados en zonas de delicado equilibrio medioambiental y sin alternativas posibles a la producción de arroz. Por último, ha reconocido que el comercio internacional debe ser positivo, y la expresión de que en todo acuerdo debe haber ganadores y perdedores no debe implicar el sacrificio de zonas de producción y productos sensibles, sino una puerta de esperanza a la mejora de la renta de la agricultura y la ganadería, el desarrollo económico para todos los sectores de ambas partes y la generación de un mercado equilibrado y bajo las mismas reglas.
Esta Audición, en la que han participado representantes de organizaciones de otros
países, forma parte de las consultas que los europarlamentarios mantienen con expertos
cara a empezar los debates internos para la ratificación del Acuerdo de Mercosur en el
Parlamento Europeo, antes de su entrada en vigor.