El tercer año más seco en lo que llevamos de siglo ha situado a España en situación de sequía meteorológica. Los agricultores y ganaderos son las principales víctimas de una situación que ya es crítica. La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha reclamado al Gobierno la convocatoria de la Mesa de la Sequía para analizar la situación y articular un plan de apoyo a los afectados.
Desde el 1 de enero ha llovido un 25% menos que la media. En lo que se refiere a las temperaturas, la pasada primavera fue especialmente cálida, con una temperatura media de 14,2ºC, 0,5ºC por encima de la media. Según la valoración de UPA, los agricultores de cereal de secano son los más afectados por la sequía. Las estimaciones hablan de una pérdida de más del 30% en la cosecha de herbáceos respecto al año pasado. La ganadería extensiva también afronta graves problemas por la falta de pastos, con el consiguiente sobrecoste en alimentación para el ganado. Los ganaderos también están teniendo que transportar grandes cantidades de agua para que los animales beban y se refresquen al estar secas casi todas las fuentes de agua naturales. Cultivos leñosos como el olivar, el viñedo o el almendro afrontan también una situación de “estrés hídrico” por la falta de precipitaciones. AEMET confirma la sequía meteorológica. Los agricultores y ganaderos
confirman la sequía “a pie de campo”. Sin embargo, el Gobierno sigue sin dar pasos para apoyar a los afectados por la sequía, denuncian desde UPA. “Urge la convocatoria de la Mesa de la Sequía, pero no para darnos largas o acallar nuestras protestas”, han declarado desde esta organización. Para ellos está demostrado que la sequía está lejos de ser una coyuntura que nos visita cada cuatro o cinco años, en gran parte es una situación estructural que requiere de cambios legislativos para abordar este problema.
Los productores critican el sistema que permite declarar sequía en pastos para activar este seguro agrario. Se da la paradoja de que el satélite no determina situación de sequía en zonas que están “como un erial”, según han denunciado desde UPA.