Pablo Pato se dio a conocer en todo el mundo por su afición al patinaje, que le llevó a instalar su propio ‘circuito’ dentro de su cuadra. Pero el entrenamiento sobre ruedas es solo una pequeña parte de la rutina de este joven ganadero de Llanuces (Quirós), al frente de la ganadería PPP, llamada así por su padre, Paulino Pato Prada. Aunque Pablo solo tiene 33 años, lleva más de una década al frente de la explotación (posiblemente, la mayor que hay de alta montaña en la región) cuyas riendas tomó tras finalizar un módulo de tornero fresador. “Nadie quería ponerse al frente, mi padre se iba haciendo mayor, y alguien tenía que tomar el relevo”. Y no se arrepiente.