La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha reclamado hoy un cambio en la legislación laboral que está obligando a los trabajadores del sector hortofrutícola a pasar revisiones médicas con cada contratación. La norma está generando una situación insostenible, pues los trabajadores se niegan a pasar por el médico, y los agricultores que los contratan se enfrentan a multas. UPA se reúne hoy con el director general de Trabajo para pedirle un cambio en la Ley.
La normativa laboral está provocando una situación que está generando grandes problemas a los agricultores del sector hortofrutícola del Sureste y a sus trabajadores. La Ley establece que los trabajadores de determinadas profesiones incluidas en el catálogo de enfermedades profesionales deben pasar revisiones médicas obligatorias una vez al año o cada vez que son contratados por un empleador.
“Ahí es donde surge el problema”, según ha denunciado hoy la organización agraria UPA en el Ministerio de Trabajo, tras reunirse con el director general de Trabajo, Ángel Allué. En el Sureste español, la configuración de las campañas hortofrutícola genera una gran movilidad de trabajadores entre distintas explotaciones, obligando a realizar una revisión médica con cada cambio de contrato. “Es una situación absurda”, ha explicado el responsable de Frutas y Hortalizas de UPA, Antonio Moreno, que ha pedido que si los trabajadores siguen desempeñando la misma actividad y en el mismo sector no estén obligados a pasar continuas revisiones médicas.”La realidad es que nuestros trabajadores se niegan a pasar tres o cuatro revisiones al año, y luego si hay una inspección de trabajo las multas las afronta el agricultor empleador”, ha denunciado Moreno. Esta realidad afectaría a cerca de 14.000 personas en todo el Sureste –6.000 de ellos sólo en la Región de Murcia–.