Medio Rural insta al ministerio a adaptar el plan estratégico de la PAC a la realidad de Asturias para favorecer la actividad ganadera y reducir burocracia

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El Gobierno de Asturias ha elevado al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación una serie de propuestas para adaptar a la realidad del Principado el primer pilar de la Política Agraria Común (PAC), es decir, las ayudas directas a los profesionales. Las sugerencias persiguen favorecer la actividad ganadera y reducir la burocracia que afecta a las explotaciones.

El consejero de Medio Rural y Política Agraria, Marcelino Marcos, ha detallado hoy los planteamientos de su departamento en Vegadeo, donde ha visitado una feria de productos del cerdo. Allí ha señalado que las ganaderías asturianas, de base familiar y que desarrollan su actividad en condiciones sostenibles, tienen futuro. “La situación actual de nuestro territorio se debe en parte a la labor de mantenimiento de agricultores y ganaderos, que logran que Asturias sea un paraíso natural”, ha valorado.

Marcos ha mostrado su comprensión ante las inquietudes del sector y el reto que supone la transición ecológica, al tiempo que ha apelado al diálogo y a la colaboración entre la Comisión Europea, el Gobierno de España y las comunidades para garantizar el respaldo a la ganadería, la agricultura y todo el medio rural.

Las propuestas que el Principado ha remitido al ministerio se resumen a continuación:

– Las ayudas complementarias a jóvenes y el acceso a la reserva nacional deben orientarse a apoyar la incorporación a la actividad agraria, por lo que han de garantizar que cuando esa incorporación se realiza a través de una sociedad la ayuda no esté limitada a un único joven.

– Para el acceso a la reserva nacional y a la ayuda de pago redistributivo han de tenerse en cuenta las fórmulas asociativas habituales en Asturias, principalmente las sociedades civiles, para equipararlas a cooperativas, sociedades agrarias de transformación (SAT) y titularidades compartidas.

– Medio Rural demanda un aumento de las ayudas a la producción sostenible para legumbres de variedades amparadas bajo marcas de garantía, con el fin de favorecer cultivos tan importantes como la faba asturiana y la verdina. También solicita que se incrementen las cuantías de las ayudas para el engorde de terneros y para las ganaderías extensivas y semiextensivas de ovino y caprino de carne cuando se trate de animales de razas autóctonas.

– El Principado propone que la rotación de cultivos se sustituya por otra práctica igual de beneficiosa para preservar el potencial del suelo y, sobre todo, la diferenciación de los barbechos en tierras de labor para ganadería.

– La tramitación del pastoreo extensivo ha de simplificarse. Actualmente, los ganaderos que pastorean en montes de utilidad pública o privados deben sacar una guía para el movimiento de sus animales a esos pastos. El Principado plantea que esa comunicación pueda consultarse desde la solicitud única, evitando así que el profesional tenga que anotarla en el cuaderno de la explotación.

– El Ejecutivo demanda que se flexibilicen las fechas de los períodos de no siega y que sea el propio ganadero el que, en función de la meteorología y las condiciones de su explotación, escoja el período de 60 días consecutivos sin siega más adecuado para sus intereses entre los tres siguientes: del 15 de junio al 15 de agosto, del 1 de junio al 31 de julio y del 2 de julio al 30 de agosto.

– Debe ampliarse la superficie computable para el ecorregímen de islas de biodiversidad y reconocer la realidad de los pastos en Asturias, permitiendo que se computen los pastos arbustivos y arbolados colindantes.

– La puesta en marcha del cuaderno electrónico de explotación debe escalonarse, centrando los esfuerzos en unificar e interconectar bases de datos y aplicaciones ya existentes para identificar qué información está disponible. También se propone que el cuaderno sirva de instrumento de apoyo en la toma de decisiones, que sea sencillo, intuitivo y flexible.

– El Ejecutivo reclama que, para el cálculo del agricultor activo, se consideren ingresos agrarios las bajas laborales por incapacidad temporal. Por otra parte, propone que las pensiones de viudedad, orfandad, etcétera, no computen en el cálculo de los ingresos totales.

– Limitación de la burocracia: el Principado asume que los controles y penalizaciones deben existir, pero advierte de que no pueden limitar el desarrollo de la actividad agrícola y ganadera, que genera empleo y riqueza, produce alimentos, fija población, conserva los recursos naturales y diversifica la economía.