En 2012 el cocinero y hostelero Diego Aladro apostó por criar bueyes para su restaurante Arniciu (Campo de Caso). Después de un periodo de aprendizaje llegó a tener 27 animales en diferentes edades del ciclo cuando empezó la pandemia, lo que provoco que tuviese que “malvenderlos” para salvar la situación y posteriormente decidiese solo rematarlos. En esta aventura cuenta con el apoyo de su socio y amigo José Miguel García Revuelta de Ganadería Neolpe de Langreo, con el que comparte La Ponderosa, una sociedad creada para la cría de bueyes.