Rocío Huerta: “Las ayudas europeas son fundamentales para poder subsistir”

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Después de ocho meses de asumir la Dirección General de Ganadería y Sanidad animal, entrevistamos a Rocío Huerta para hacer un balance sobre su gestión y conocer más detalles acerca de las inminentes ayudas al sector para paliar los efectos de la guerra de Ucrania.

-Con la aprobación de las ayudas por la guerra de Ucrania, ¿cuánto dinero corresponderá a los ganaderos de leche asturianos?

-En total son 12,3 millones de euros para 1.545 ganaderías. Es un dato importante. Al final, los importes tienen un pequeño ajuste en función del reparto para llegar a ese importe máximo. Esa cantidad todavía es provisional porque puede ser que haya que admitir alguna reclamación. Desde las comunidades autónomas revisamos los listados y se han depurado lo máximo posible.

-Habrá poco margen de equivocación al tomar los datos de la PAC.

-Sí, pero había que verificar que este año siguieran haciendo entregas. Hubo que descontar 73 explotaciones que cerraron o dejaron de entregar. Eran explotaciones muy pequeñas en su mayoría, solo tres o cuatro con cierto volumen.

-El Ministerio que los ingresos a los productores lácteos serían efectivos a partir del 15 de mayo. ¿Qué soluciones hay para los ganaderos de carne?

-Estamos trabajando en el Real Decreto y trasladamos una serie de observaciones al proyecto de ley que lo va a regular. La idea es que sea una tramitación lo más ágil posible, en función de las solicitudes de la PAC. En este caso, el compromiso de pagar es antes del 30 de septiembre.

-En un primer momento no se les tenía en cuenta. ¿Supone un avance?

-Una situación tan extraordinaria como esta necesita establecer prioridades. Se defendió en un primer momento una ayuda excepcional a aquellos sectores que se consideraban imprescindibles y como el de la leche, tan dependientes de la subida de los precios del pienso, la luz o el gasoil derivada de la guerra de Ucrania. Siempre defendimos que las ayudas tenían que ser tanto para la leche como para la carne, sobre todo, la vinculada al cebo. La diferencia estaba en cómo conseguir articular todo eso. Son medidas europeas y, al final, tenemos que actuar con las reglas del juego que ellos marquen. Con la carne, el Ministerio complementará hasta el 200%. Teníamos claro, con las indicaciones que nos habían trasladado desde Madrid, que se establecieran esas prioridades.

-¿Se modificará la PAC el año que viene a raíz de la guerra de Ucrania?

-Estamos trabajando en el texto. El plan estratégico se presentó el 31 de diciembre del año pasado a la Comisión Europea y hemos recibido sus observaciones hace unas semanas. El Ministerio contestó en líneas generales y lo que ahora vamos a hacer durante todo el mes de mayo las comunidades autónomas son ajustes en las intervenciones. En la nueva PAC, lo que antes eran medidas de desarrollo rural pasan a denominarse intervenciones. Será como un menú en el que podremos optar por una u otra ayuda. En Asturias tenemos la suerte de que nuestras medidas y políticas fundamentales pasan por la intervención LEADER, que tiene mucho peso, y por la ayuda de Alta Montaña. Estamos revisando todas las demás ayudas e intentando ver cómo se refleja la situación actual, que no tiene nada que ver con la que había el 31 de diciembre.

-¿Y las ayudas a la incorporación?

-La idea es convocar un plazo hasta el 30 de junio y resolver la ayuda de incorporación para pagar la primera anualidad este mismo año. Como en esta convocatoria puede subir el importe, hemos establecido una horquilla de que se pueda pagar desde el 55 al 65% en la primera anualidad. Este año es clave para las ayudas a la incorporación que se aprobaron en 2019 porque es cuando les toca justificar la tercera anualidad, donde hay comprometidos casi diez millones de euros.

-Anunciaron que, para agilizar la burocracia, los planes de incorporación se van a poder solicitar conjuntamente con la PAC.

-Los planes de mejora y de incorporación están muy avanzados y es una cuestión de días. En total, serán casi 36 millones de euros. La ayuda de incorporación y el complemento a jóvenes desaparecerá el año que viene, porque van a ser unificadas. Una de las cosas que se barajaba era incluir la ayuda de incorporación dentro de la solicitud única de la PAC para facilitar la tramitación. Eso, para nosotros, es una herramienta fundamental porque simplifica mucho todo el proceso. Los planes de mejora, por otro lado, van a tener que seguir solicitándose independientemente. La idea es que el joven que solicite la ayuda de incorporación pueda solicitar a la vez la PAC, los derechos a la Reserva Nacional y que la misma superficie que declara en un sitio pueda declararla en el otro. Eso supondrá que no haya discordancias entre una y otra ayuda y sería mucho más ágil y sencillo.

-Háblenos de las ayudas para la prevención de daños.

-Es otra línea distinta de los planes de mejora. Vienen del PDR y con unos fondos independientes. Es la primera vez que se tramita y la idea es ponerla en marcha y ver si se ajusta a lo que se necesita el sector. El tema de los cierres nos parece fundamental desde Ganadería, puede ser una medida preventiva que ayude también a prevenir enfermedades y a luchar contra la tuberculosis. Además, cubre el 100% del gasto y es una subvención que va desde los 3.000 hasta los 40.000 euros.

-Los ganaderos están muy preocupados con el tema del lobo.

-A nosotros también nos preocupa. En Asturias, nada más publicarse el plan, hubo un recurso en el Contencioso por parte de ASCEL en el que se solicitaba, como medida cautelar, que se paralizaran los controles. Se contestó al juzgado y en ello estamos. Tendremos una reunión con la nueva directora y se intentará estructurar y ver cómo se puede seguir trabajando. Tenemos ese condicionante. Seguimos con la vía judicial y buscando alianzas con otras comunidades autónomas afectadas para encontrar soluciones al problema. Por otra parte, considero que es un avance actualizar un baremo de daños y establecer unas pautas que llevan asociado un nuevo procedimiento de tramitación, lo que supone un compromiso en asumir los pagos de tres meses. En cuanto a los pagos atrasados, se están resolviendo. Los casos importantes que quedan pendientes o están judicializados o presentan algún tipo de problema. Los demás, habría que ver en qué situación están y por qué no se tramitaron.

-¿Qué valoración hace después de pasar del Banco de Tierras a la Dirección General de Ganadería?

-Es un mundo totalmente distinto. Para mí, lo bueno de pertenecer al equipo es que me sumé a algo en lo que ya estábamos trabajando de forma conjunta. La colaboración con Nino Rodríguez Galán, mi antecesor, era total y eso te facilita la labor. Lo bueno que tiene esta Consejería es que el camino y la orientación estaban muy claros. La novedad para mí era el tema sanitario. Llegar y encontrarme en noviembre con el reconocimiento de zona libre de tuberculosis fue un espaldarazo. Hay que mirar todo lo que lleva trabajado esta Consejería desde años atrás y reconocer, por ejemplo, el trabajo que hizo Fernanda, la anterior jefa de servicio, a la que le hicimos un homenaje recientemente. No solo es que tengamos una gran calidad como las razas de Asturiana de los Valles o de la Montaña, sino que, además, tenemos el respaldo de la sanidad y es un punto de partida muy importante para seguir trabajando.

-Las ayudas pueden servir de colchón para salir adelante en estos meses tan complicados. Hay muchas ganaderías ahogadas y se esperan cierres. ¿Cómo lo afrontan desde la Consejería?

-Con mucha preocupación. Creo que, por un lado, las ayudas europeas son fundamentales para poder subsistir. Quien diga lo contrario, no sé de dónde saca esa información. Hay muchas explotaciones para las que suponen el 30% de lo que ingresan. No podemos prescindir de eso y creo que no distorsionan el mercado. Esas ayudas son porque producimos alimentos, se nos olvida que estamos aquí para esto y se vio su valor estratégico durante la pandemia. Por otro lado, que haya gente que tenga que desprenderse de animales es un claro ejemplo de que, el enfoque que estábamos impulsando como Administración, de aumentar el número para que esas explotaciones fueran rentables, no era lógico. Hasta ahora, estábamos exigiendo meter cabezas para poder cubrir la inversión que se iba a realizar pero, a lo mejor, lo correcto era reducir. Esto ha pasado en toda Europa. Han reducido la cabaña ajustándola a sus condiciones. Es necesario ajustar los elementos con los que produces al terreno del que dispones. Lo que tenemos que hacer es hablar mucho con la gente y explicarles estos cambios. Tan fundamental como la ayuda monetaria es la ayuda que podamos ofrecer desde las oficinas comarcales.

-El control de la Ley de Cadena Alimentaria dependerá de la Administración. Están elaborando unos índices de precios para vigilar que se respeten los costes de producción. ¿Qué supondrá esta medida?

-La Ley de la Cadena Alimentaria fue muy importante para el sector de la leche porque había el complemento del paquete lácteo y, ahí, ya estaba obligado el contrato. Creo que la novedad de esta modificación, que se introdujo en diciembre, es que se recoja expresamente que se tienen que respetar los costes de producción del anterior eslabón y que se establece un régimen sancionador. Otro hito que supone es que habrá un repositorio para los contratos. Con lo cual, eso será mucho más fácil de determinar. Por nuestra parte, está la parte de establecer los índices de referencia, que serán variables y se irán actualizando trimestralmente.