La Asociación de Mujeres Campesinas (AMCA) funciona desde hace 30 años, fundada por su anterior presidenta, Carmina Rodríguez junto a una serie de mujeres del medio rural que hicieron una ardua labor y consiguiendo un gran prestigio para la asociación. En épocas de bonanza tuvo un auge muy fuerte llegando a contar con 1.700 socias de toda Asturias, actualmente son 800 socias. El relevo como presidenta lo recogió Flor Tuñón en 2013, coincidiendo con la crisis y otros factores que afectan al sector como el despoblamiento rural.
-¿Qué momentos vive AMCA?
-El medio rural vive momentos complicados: envejecimiento, crisis… la asociación lleva funcionando 30 años, siendo pionera en el turismo rural, muchas de sus primeras socias apostaron por ello. Recientemente en la Feria de Muestras FADE otorgó a AMCA un premio por su trayectoria. Además de formación, hace 26 años que homenajea actualmente a la abuela, una persona con cierta edad e historia. AMCA recibió la Medalla de Plata de Asturias en 2007. Estamos integradas en FADEMUR (Federación de Asocaciones de Mujeres Campesinas). Ahora con las nuevas tecnologías estasmos en facebook, tenemos un blog… aunque tenemos que continuar trabajando con correo ordinario por la gente mayor o lugares donde no llega la red a algunas áreas.
-¿Cómo ha evolucionado la vida de la mujer en el campo?
-La mujer es fundamental en el campo. El trabajo del medio rural es duro, no tiene nada que ver con lo que trabajaron las abuelas. Somos el primer eslabón, la mujer es la pieza fundamental del medio rural sea agricultura, ganadería, turismo rural… hay maquinaria, hay electrodomésticos, redes sociales, pero es duro, por las distancias, y todo sale más caro.
-¿Qué necesita AMCA?
-Tenemos un proyecto que nos está resultando difícil financiar. Ya en 2003 hicimos el libro ‘Sabores y Saberes’, recopila las actividades de la mujer en el campo, así como recetas de cocina. Ahora queremos hacer otro libro, que recopile los homenajes realizados a las abuelas, nos parece imprescindible recoger toda la información de la que disponemos de cada una de las premiadas. Desde la asociación no nos podemos permitir el lujo de hacerlo, y al tocar puertas siempre tenemos la misma respuesta, no hay dinero. Aunque esperábamos poder entregarlo a las socias en el homenaje a la abuela de esta edición, coincidiendo con los 30 años de asociación, esperemos poder hacerlo el próximo año.