UPA propone 10 medidas para afrontar los problemas del lobo a la ganadería

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Las intenciones del Ministerio para la Transición Ecológica de blindar el lobo ibérico en toda España han caído como un jarro de agua fría entre los ganaderos españoles. Principalmente en los que desarrollan su trabajo al aire libre, criando y alimentando a su ganado en las praderas y pastizales, lo que se conoce como ganadería extensiva.

La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos ha insistido en sus demandas al Gobierno para que escuche la voz de los ganaderos, aquejados por numerosos problemas, entre los que se encuentra la expansión del lobo por la Península Ibérica. La voz y los argumentos, y para ello han elaborado este decálogo de propuestas que van a trasladar a las Administraciones implicadas en esta problemática:

Las 10 propuestas de UPA para minimizar los daños que causa el lobo a la ganadería

  1. Necesidad de un estudio previo. ¿Cómo tomar medidas sobre una especie sin conocer su estado real? El último censo sobre el lobo es de 2014. Es más que razonable que antes de tomar ninguna medida se actualice dicho censo y luego se planteen las decisiones a tomar. Los ganaderos perciben desde los últimos años un incremento sustancial de lobos en número y en extensión de territorios. Por tanto, rechazamos la propuesta actual en el cambio de estatus en la protección del lobo.
  2. Rechazo a homogeneizar el estatus de protección del lobo en España. Para UPA, no tiene sentido homogeneizar el estatus de protección del lobo en nuestro país, cuando su realidad es muy distinta en función de cada territorio. El estado de las poblaciones no es homogéneo, el tipo de cabaña ganadera y los daños en la cabaña ganadera no son homogéneos, las necesidades de gestión de los grupos de población tampoco son homogéneas. Por lo tanto no debe ser homogéneo el tratamiento y nivel de protección como se pretende con el borrador de la Estrategia.
  3. Medidas preventivas. Es imprescindible articular apoyos para la implantación de acciones preventivas y racionales ante los ataques, y que no supongan cambios en la gestión tradicional del ganado ni en la calidad de vida de los ganaderos. UPA demanda una clasificación de los perros guardianes como animales de trabajo y el cambio urgente de la legislación para la instalación de pastores eléctricos que exima a estas instalaciones de la autorización por parte del Ministerio de Industria.
  4. Indemnizaciones por daños. El ganadero es en gran medida quien está soportando la alimentación del lobo con su ganado, y por tanto con su patrimonio. Es justo socializar ese coste de mantener una especie de la fauna ibérica, con una adecuada política de socialización de ese coste, que recae injustamente por la vía de los hechos, en los profesionales del sector ganadero, mediante indemnizaciones adecuadas. Es urgente una mejora en la atención al ganadero en caso de siniestros y reducción de la burocracia. Mejora de los criterios de tasación y de la valoración de los daños. Indemnizaciones compensatorias justas y ágiles por todos los daños sufridos en los ataques, tanto directos como indirectos. En estas indemnizaciones se deben incluir el lucro cesante. Analizar también la responsabilidad de los cotos de caza.
  5. Control de poblaciones. Es necesario realizar un control de poblaciones en aquellos casos donde los daños están siendo importantes, ya sea por un incremento del número de individuos o por la expansión a zonas sin daños previos. Independientemente del estatus de protección que tenga el lobo, es imprescindible, urgente y necesario que se puedan controlar de manera ordenada las poblaciones de lobo donde sea necesario, especialmente en zonas con elevados ataques al ganado. Es preciso reconocer que la actividad cinegética es una herramienta que gestiona la naturaleza y que el lobo al norte del Duero se debe gestionar a través de la caza, como mediante el incremento de los controles administrativos en aquellos casos donde no llegue la caza. Las batidas de lobos en aquellos lugares donde se realizan, no están dando los resultados previstos, por lo que se propone priorizar las esperas como herramienta cinegética.
  6. Participación de los ganaderos. Implicación y participación del sector ganadero, en especial de las organizaciones profesionales agrarias como entidades representativas de los ganaderos, en los asuntos relacionados con la gestión del lobo, con objeto de lograr transparencia y consenso.
  7. Permitir dejar animales muertos. Es preciso reconocer que uno de los factores que producen mayor presión del lobo al ganado es la falta de carroñas, ya que los animales muertos procedentes de la ganadería no se dejan en el monte debido a la legislación sobre retirada de cadáveres, y esto se debe solucionar.
  8. Delimitación de zonas especiales para lobos. Se podría plantear ubicar el lobo en determinadas zonas donde los problemas con el sector ganadero extensivo sean mínimos.
  9. Implicación del MAPA. Necesidad de que el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación se implique en la defensa de la ganadería y los ganaderos en extensivo ante la problemática del lobo.
  10. Valorización de la ganadería extensiva y de los ganaderos. Dignificación de la ganadería extensiva como actividad que mejora la biodiversidad, siendo necesario llevar a cabo acciones y sinergias con otras entidades e instituciones que posibiliten una promoción del ganadero y valorización de su actividad y del papel que desempeña en la sociedad y en la mejora del medio ambiente y gestión del territorio.

En definitiva, UPA está a favor de la conservación del lobo, pero es una tarea de toda la sociedad, y ante todo hay que buscar el objetivo de tener los mínimos daños y perjuicios posibles para los ganaderos con medidas preventivas, indemnizaciones rápidas y justas que cubran todos los daños y control de poblaciones de lobos.

¿Convivencia? Ganadería y lobos: el documental

UPA publicó en noviembre de 2017, el documental ‘¿Convivencia? Ganadería y lobos’. En esta pieza audiovisual, algunos de los mayores expertos en la materia analizan la problemática relación entre la ganadería y la expansión del lobo ibérico. Más de 140.000 personas han visto ya este largometraje, que está disponible en abierto en el canal de UPA en Youtube.