La Consejería de Desarrollo Rural, Agroganadería y Pesca vivió el decreto de estado de alarma para hacer frente al coronavirus con relativa normalidad, con la fortaleza que requiere la gestión de las medidas requeridas por un sector esencial como es el primario que sigue al pie del cañón. La primera semana se desarrolló con la incertidumbre propia de afrontar una situación que no se tenía muy claro el tiempo que duraría. El objetivo era preciso, continuar ofreciendo los servicios y resolver complicaciones para que agricultores, ganaderos o pescadores pudiesen resolver los inconvenientes que les surgían en su día a día. Además Alejandro Calvo y su equipo hicieron frente a la cuarentena por el positivo en coronavirus de María Begoña López Fernández, responsable del área de Desarrollo Rural e
Industrias Agrarias. El teletrabajo ha sido una de las soluciones, al igual que en otras actividades. “El sector primario agroalimentario es uno de los ejes de la reconstrucción económica y social de Asturias, me atrevería a decir que de España”, afirma Alejandro Calvo, “esto nos abre una oportunidad, nuestras producciones tienen que ir ligadas a la soberanía agroalimentaria y a la producción local”.
-Desde la Consejería ¿cómo se organizó la gestión del área de Ganadería?
-No sabíamos cuánto iba a durar el estado de alarma y la prioridad era que no se produjese un parón para no encontrarnos un atasco administrativo a la vuelta a la normalidad. Hay decisiones que nos venían dadas por las autoridades sanitarias, como el cierre del Mercado de Ganados de Pola de Siero, lo decidió el Ministerio y su Delegación de Gobierno en Asturias. Buscamos alternativas respecto a los servicios que tenemos que ser capaces de prestar a los ganaderos. Por una parte se ha producido un salto en la utilización de los servicios telemáticos que ya ofrecíamos y que se están renovando. Teníamos la dificultad de no tener de manera inmediata una actividad presencial en nuestras oficinas comarcales, que son nuestra antena en el territorio. La prioridad tenía que ser sanitaria tanto para los trabajadores de la Consejería como para ganaderos. En el caso de los crotales, se habilitaron procedimientos de envío, en algunos casos por correo y luego fuimos realizando acuerdos de colaboración con los Ayuntamientos para la distribución a domicilio con todas las garantías sanitarias. A la gente se le ha dado tranquilidad, a medida que pasaban los días ya no era cuestión solo de movimiento de ganado, por la parte comercial, sino que había necesidad de mover ganado a pastos, porque la primavera avanza y teníamos que ser capaces de dar respuesta. Es algo de lo que hay que estar satisfechos, se ha conseguido una cierta normalidad dentro de la situación que vivimos. Ahora estamos ya pensando en recuperar la actividad presencial de manera progresiva a medida que las autoridades sanitarias lo permitan, estamos adaptando nuestras oficinas y espero que lo antes posible recuperemos la actividad esencial.
-¿Cómo califica la evolución?
-Tenemos una responsabilidad, dar servicio para que la cadena alimentaria no parase ni se resintiese en ningún caso, ni ahora ni dentro de seis meses. Las necesidades eran variadas, los ganaderos han entendido la situación en la que está el país y asumieron incluso que pudiera llegar a haber una parálisis en los primeros días, por suerte se solucionó y bien es verdad que muchos ganaderos están acostumbrados a trabajar a través de la administración electrónica y tenían esa situación solucionada, somos una administración pequeña, capaces de escuchar y dar soluciones.
-¿Y con respecto al saneamiento?
-Es una actividad obligatoria, alguna comunidad hizo algún amago de paralizarla y el propio Ministerio recordó la obligatoriedad. Además en Asturias con la buena situación sanitaria de nuestra cabaña que nos lleva a las puertas de estar libres de tuberculosis en un par de años, no podemos relajarnos para nada. Evidentemente tuvimos que atender la sensibilidad de las personas fruto de la situación en la que nos encontrábamos de estado de alarma y en los primeros días había incertidumbre, querían saber a lo que se enfrentaban. Los días de parón se utilizaron para reprogramar, la campaña se reinició atendiendo a las zonas con más urgencia, con ganado que tiene que ir a pastos, se retomó con normalidad. Tenemos la suerte además de que el personal que realiza la campaña son veterinarios y nadie mejor que ellos para realizar esa actividad con todas las garantías para ellos mismos y con los criterios sanitarios adecuados
con los ganaderos.
-¿Hubo que salvar diferencia de criterios con los veterinarios?
-Es un servicio que hay que prestar, se ha intentado gestionar cumpliendo con responsabilidad con nuestra obligación. No ha habido dificultades, en los primeros momentos hubo en alguna oficina alguna opinión de realizar la atención de forma diferente. Tengo la responsabilidad de tomar decisiones, ese es mi trabajo y así lo hago. Puede ser opinable, había desconocimiento de las obligaciones y la responsabilidad que se tenía que ejercer en este caso. Fue fruto de la preocupación general por su salud y la de los suyos e identifica como riesgo lo que tiene su entorno. Para eso están las autoridades sanitarias y en los sectores esenciales que tenemos que seguir funcionando cumpliendo con nuestro trabajo y nuestra responsabilidad, y no opinar sobre el trabajo y responsabilidad sobre los demás.
-En cuanto a la producción agrícola, los que abastecían al canal Horeca fueron los primeros afectados.
-Esta Administración está cercana a las personas y casi conocemos cada situación de primera mano. La parte del sector primario agroalimentario más vinculado al canal Horeca, con el parón turístico y la pérdida de Semana Santa, ha sufrido un frenazo muy grande y en el caso de algunos proveedores de hortalizas todavía más. Las ayudas de carácter general abiertas ante la crisis también están abiertas a estos profesionales, tanto la regulación vinculada a la posibilidad de acogerse a ERTES, como la posibilidad de disponer de ayudas para autónomos. En segundo lugar, hemos intentado conocer de primera mano la situación de los productores más afectados y ver de qué manera podríamos ayudar a que tuvieran alternativas de comercialización vinculadas a los canales abiertos, alimentación tanto en gran distribución como en pequeño comercio. Hemos establecido procedimientos de crisis para disponer de ese directorio de productores que están acumulando stocks y tienen una necesidad de sacarlos para ponerlos en contacto con canales de comercialización, es una labor que hay que seguir realizando.
-¿Ha nacido una vía de negocio on line?
-Por otro lado también estamos colaborando de manera directa o indirecta con nuevas líneas de comercialización que se han ido desarrollando, a través de la venta directa y del comercio on line, que ahora mismo es la realidad que tenemos. Las plataformas de venta on line están siendo un alivio para algunos productos, esperamos se conviertan en mercados de proximidad locales que den un salto de calidad con respecto a los que teníamos hasta ahora, y que lo antes posible puedan estar en marcha para aprovechar esa venta directa con mayor margen de beneficio para el productor, hay un proceso de cambio acelerado por esta situación. Tenemos que dotarnos y generar ayudas para que la gente que más lo sufre no quede atrás, pero también aprovechar esta oportunidad para desarrollar nuevas líneas de trabajo. Bajo el paraguas de nuestra marca Alimentos del
Paraíso y a través de sus canales de comunicación estamos dando visibilidad a multitud de proyectos tradicionales, como las plataformas de venta de productos asturianos que ya existían y que han crecido en estos días, y nuevas plataformas más vinculadas al producto local y de cercanía. Multitud de productores con gran acierto han desarrollado proyectos de venta directa, como el mercado ecológico de Copae o ganaderías ecológicas con servicio de venta directa a domicilio. Destacar la capacidad de reinventarse
de pequeños productores de faba asturiana o de hortalizas que han hecho verdaderas tiendas gourmet on line. Todo suma, tenemos que estar muy atentos, la realidad es que la alimentación ha absorbido todo el consumo del hogar, hay que hacerse fuertes y nuestras grandes marcas están muy bien posicionadas en el mercado. Tenemos que conseguir que nuestros pequeños productores crezcan y aprovechen este cambio de consumo que durará un tiempo, es un cambio de hábitos de consumo, hay prepararse para ello.
-Por fin luz verde a los huertos de autoabstecimiento.
-Lo intentamos desde el minuto uno, porque generaba mucha incertidumbre. Aclarar que las huertas de perceptores de ayudas PAC, personas que tienen un CEA y por lo tanto son cadena alimentaria, estaban incluidos en los servicios esenciales dentro del decreto de estado de alarma. Hay gente jubilada pero peceptores de PAC, que tenían re
gulado poder seguir desarrollando su actividad. La duda surgía de esas otras actividades no sectoriales. Ahí evidentemente nosotros tenemos una visión muy cercana de ese sentir de los pueblos y que es una actividad importante de autoconsumo, pero la decisión ya no nos correspondía a nosotros, era cuestión de la Delegación de Gobierno como representante del Gobierno central. Creo que se ha sido sensibles a ello, el propio Adrián Barbón, nuestro presidente, lo trasladó, porque para mucha gente es parte de su economía de autoconsumo y engancha con nuestra cultura, se trata de que se pueda desarrollar respetando las cuestiones de desplazamiento que no generen riesgo sanitario. Finalmente se ha resuelto y más allá de que pueda haber dificultades puntuales, está claro que no solo hay que permitirlo, sino que hay que ponerlo en valor. Sobre la actividad profesional no había ninguna duda, podía haberlas de interpretación, pero toda la cadena alimentaria y todos los trabajos desarrollados alrededor de una actividad agrícola y ganadera tenían que poder seguir desarrollándose.
-La leche y la carne ¿continúan siendo los grandes potenciales?
-Sí, y estamos bien, la leche crece y la carne aguanta en precios, hay que estar atentos a la evolución. Han surgido posibilidades de almacenamiento de acuerdo con el Ministerio y posibilidades de crédito para los momentos de dificultades que puedan tener todo tipo de productores.
-Preocupa mucho la entrada de leche de stocks sobrantes de otros países a España a precios por debajo de coste. ¿Qué medidas se están tomando?
-Estamos muy atentos a la situación y en contacto con el Ministerio. Es habitual el movimiento de leche y en esta situación de stocks. Debemos estar vigilantes de que esos stocks a veces van dirigidos a la elaboración de algunos productos, en ningún caso se lleven a la producción de leche líquida y entren en conflicto con las producciones que tenemos aquí, que están aguantando perfectamente. Debe haber mayor control sobre la trazabilidad de ese movimiento de leche y citar que se activen mecanismos de intervención europea para que esos stocks se gestionen en los países de origen para que no interfieran en la producción ni mercado que tenemos en Asturias o en España.
-¿Cómo se está viendo afectado el sector forestal?
-Es también un sector esencial y teníamos que intentar al menos en los servicios que ofrecemos desde la Consejería no hubiese parón. Los primeros días había dificultades incluso relativas a la propia movilidad de las empresas, desde Consejería mediamos con Delegación de Gobierno para que dispusiesen de un certificado que les permitiese seguir trabajando. De manera inmediata habilitamos un procedimiento telemático de autorización de cortas, se han superado las 100 autorizaciones, y el sector ha seguido funcionando, tanto en producción de madera como para provisión de ENCE. Tendrá un efecto indirecto por cómo se comporte el mercado sobre producto terminado.
-Ante la situación que vivimos ¿es una ayuda la brecha digital en el mundo rural?
-Hay trámites que a través de sistemas telemáticos evitan la burocracia excesiva y hacer desplazamientos. Estamos aprovechando esta situación para acelerar y realizar cambios, en los próximos días vamos a renovar la parte de servicios al ganadero para que sea adaptable a dispositivos como los smartphones y sea una herramienta alternativa fácil de manejar. Será una de las soluciones para dar mejores servicios en el medio rural.
-¿Cómo se ha visto afectado el sector pesquero?
-Están acostumbrados a situaciones de crisis de finalización de cuotas que implican paradas. El propio sector a través de la Secretaría General de Pesca como de los Fondos Europeos tienen mecanismos previstos para este tipo de situaciones. Nos ha venido muy bien disponer de esa cuota adicional de los intercambios de la xarda, y aunque los precios de mercado no fueron los que nos hubieran gustado, ha permitido que nuestra flota estuviese activa varias semanas más que el año pasado y no hayamos ido a una parálisis antes de tiempo. Sí que hemos podido desarrollar con la Secretaría General de Pesca y ya están preparados los mecanismos compensatorios para que en base a los números y al impacto económico de la crisis, puedan establecer medidas compensatorias lo antes posible. Se activaron también para que la parada que se decretó de algunos planes especiales y marisqueo se pudiesen beneficiar de ayudas desde el inicio de la crisis. Seguimos atentos, algunas de las pesquerías más ligadas a la hostelería se van a resentir y habrá que ver cómo evoluciona en el tiempo. Es un sector que dispone de mecanismos de crisis, nuestro trabajo aquí es estar cerca de las cofradías y del sector para ver cuáles son las necesidades y defenderlas frente a la Administración central, también es verdad que hemos encontrado mucha colaboración y las posibilidades de pesca que tenemos este año en Asturias para nuestra flota son las mayores desde antes de 2014.
-En la negociación de la futura PAC ¿se reconocerá el papel que agricultores y ganaderos han jugado en esta pandemia?
-Compartimos esa visión y siempre hemos pensado que la mejor forma de hacerlo es reconocer que el modelo de explotación familiar agrícola asturiana, explotación sostenible, integrada con su entorno medioambiental es una pieza fundamental. En esta situación de crisis se han acelerado algunos procesos, por un lado es verdad que el proceso de negociación de lo que será la futura PAC ha tenido una cierta parálisis como es lógico, pero sí se nos ha habilitado un procedimiento de urgencia para poder realizar una modificación del Plan de Desarrollo Rural (PDR) para los dos años que tenemos de prórroga de la PAC anterior en su ampliación y en eso estamos trabajando a marchas forzadas. Como decía lo más importante es que nosotros tenemos que reconocer de manera estructural ese modelo de explotación familiar y por lo tanto vamos a apostar claramente para que la ayuda de Alta Montaña, que en nuestro caso abarca prácticamente el 96% de nuestro territorio, y las ayudas vinculadas a las explotaciones en Red Natura, tengan un impulso muy importante, no vamos a esperar a que eso sea más adelante, sino que podamos hacerlo en esta modificación exprés del PDR para que puedan incorporarse lo antes posible, incluso dentro de esta campaña PAC 2020. Por ahí tenemos una línea de trabajo muy interesante. Por otro lado, es verdad que se aprobaban mecanismos de crisis que tienen que desarrollarse con más detalle, como ayudas al almacenamiento y mecanismos de intervención. Lo que estamos viendo es de qué manera pueden adaptarse para llegar a nuestros pequeños y medianos productores. Evidentemente las industrias grandes ya saben cómo lidiar con esta situación y llegar a estas ayudas, queremos que lleguen a todos nuestros agricultores y ganaderos, productores. Dentro de esta situación de crisis se están dando pasos en la dirección correcta que nos permitan reprogramar Fondos Europeos que no se estaban ejecutando que pueden ser una ayuda directa a nuestros agricultores y ganaderos. Por otro lado están nuestras ayudas de Desarrollo Rural, tenemos reuniones para activar dentro de las ayudas Leader un mecanismo también vinculado a la crisis, con esa idea de que las ayudas a la inversión que van destinadas a muchas actividades en el medio rural, turismo, hostelería, pequeño comercio, industria agroalimentaria… puedan financiar también proyectos específicos de adaptación de sus infraestructuras o instalaciones a la crisis del Covid-19.
-Con respecto a la desescalada y regreso paulatino a la normalidad ¿debería realizarse de diferente manera en el ámbito rural que en el urbano?
-La decisión tiene que ser sanitaria. Es algo muy difícil de gestionar, todos estamos ya muy cansados por la situación de confinamiento y queremos situarnos en ese escenario, los riesgos son grandes y se va a ser muy exigente para no tener que dar pasos atrás. No sólo habrá que ir a una lógica de números si la incidencia es menor en el medio rural, si no a cómo se pueda gestionar de una manera que funcione desde el punto de vista sanitario. Para ello el Gobierno ha constituido un Comité de Expertos Asesor y luego en el ámbito del Consejo de Gobierno con el conocimiento y sensibilidad de cada uno de los sectores, vamos a establecer un documento de trabajo propio para Asturias en sintonía y coordinación con la desescalada que se plantee a nivel nacional. Se han lanzado algunos mensajes y para nosotros es importante que se recuperen algunas actividades que tienen pequeño impacto, recuperar desde el punto de vista de Administración la actividad presencial y algunos de los servicios que prestamos en el territorio y poco a poco que el pequeño comercio y mercados locales puedan ir recuperando la actividad bajo ese estricto control sanitario. Estamos expectantes en esa necesidad que tenemos todos de colocarnos un pasito después, pero sabiendo que tenemos que ser absolutamente prudentes, rigurosos, respetuosos y estar al servicio de lo que decidan las autoridades sanitarias.