COAG-Asturias, está recibiendo numerosas llamadas de ganaderos asturianos que muestran su preocupación por la presencia, cada vez más habitual, de lobos cerca de las viviendas y de las naves ganaderas. La situación descrita, a juicio de Mercedes Cruzado, es realmente alarmante; no se trata solo de las pérdidas económicas de nuestras explotaciones ganaderas, sino que ha llegado a convertirse en un auténtico problema para los vecinos del medio rural que tienen verdadero miedo a salir de sus casas, incluso para ir a tirar la basura al contenedor, tal y como nos ha relatado una ganadera de Tapia de Casariego.
Observamos a diario imágenes bucólicas donde la fauna está ocupando el espacio que dejan los humanos durante el periodo del confinamiento, pero lo cierto es que en el medio rural asturiano estas imágenes se han venido repitiendo mucho antes de que apareciera el coronavirus.
Resulta además paradójico, a la par que indignante, que el sector agrario y ganadero sea considerado sector esencial para abastecer a la población en esta dura etapa que nos ha tocado vivir de coronavirus -papel del que nos sentimos muy orgullosos- pero que lo sea también a la vez (siempre lo hemos sido y es hora de decir basta) un sector esencial para alimentar a la fauna salvaje. Por eso lo justo es que, desde la Administración Autonómica, se adopten medidas de forma inmediata para evitar que los continuos ataques de lobo dejen de producirse y que nuestros agricultores y ganaderos asturianos puedan trabajar con total tranquilidad.