Los Premios BBVA a los Mejores Productores Sostenibles ya tienen ganadores en su sexta edición. Y entre ellos, Arándanos La Peña, de Salas (Asturias). La diversidad territorial de los diez productores reconocidos pone de relieve la amplia capilaridad de la entidad en el medio rural, con cerca de 500 oficinas en zonas con fuerte presencia del sector agrario. Esta iniciativa, que ha recibido más de 800 candidaturas desde su lanzamiento, ha premiado en 2025 propuestas procedentes de ocho comunidades autónomas.
Los galardonados representan iniciativas que impulsan modelos de producción
responsables, generan oportunidades económicas en el territorio, protegen el entorno natural y contribuyen a la vida y actividad de los pueblos. Todos ellos son ejemplo de cómo el emprendimiento agroalimentario está contribuyendo a transformar el medio rural desde una mirada sostenible, innovadora y profundamente arraigada al territorio.
La VI edición de los Premios BBVA a los Mejores Productores Sostenibles reconoce
proyectos procedentes de Andalucía, Aragón, Asturias (Arándanos La Peña), Baleares, Cantabria, Cataluña, Comunitat Valenciana y Galicia. Una vez más se han presentado candidaturas de todas las comunidades autónomas, que unidas a las de toda la trayectoria de los premios suman ya 800.
Esta diversidad territorial pone de manifiesto la capilaridad de BBVA en zonas rurales, donde acompaña a agricultores, ganaderos, emprendedores rurales y pequeños productores a través de una red de más de 480 oficinas, atendidas por gestores con formación específica y una propuesta de valor cercana, especializada y adaptada a sus necesidades. Gracias a esta cercanía la entidad facilita soluciones personalizadas, impulsa la digitalización del sector, promueve modelos de producción sostenibles y contribuye al fortalecimiento de la economía rural.
Con el veredicto de esta edición son ya 56 los premiados de toda España. El premio: formar parte de un plan de difusión para dar a conocer sus historias en todo el territorio nacional y ver sus productos incluidos en una receta elaborada por los hermanos Roca.
Asturias, en el mapa de la producción responsable
Uno de los premiados es Arándanos La Peña, de Salas. Produce y comercializa directamente arándanos frescos ecológicos. Su modelo de ciclo cerrado permite un control total de la calidad, minimizando el desperdicio y la huella logística. Utilizan envases 100% biodegradables desde 2018 y tecnología de riego inteligente. Además, promueven el empleo local, colaboran con el CSIC en investigación postcosecha y dinamizan el entorno rural mediante formación y visitas educativas.
Entre los 56 ganadores que ha habido hasta el momento en estos premios, hay tres de Asturias.
Mejor iniciativa joven
Entre los diez ganadores, en esta edición se ha concedido por primera vez un Premio Extraordinario a la Mejor Iniciativa Joven, dotado con 5.000 euros, que ha recaído en Alta Alella. Esta bodega familiar, ubicada en el corazón de la DO Alella (Barcelona), está bajo la dirección de Mireia Pujol-Busquets, impulsora de una segunda generación comprometida con el medio ambiente. Mireia fundó en 2012 el Celler de les Aus, la bodega radical de Alta Alella, especializada en vinos naturales sin sulfitos añadidos como el cava Bruant 2022, con el que han resultado premiados.
“El talento joven es esencial para construir el futuro del entorno rural. Sabemos que empezar en este camino no es fácil, por eso en BBVA acompañamos a quienes apuestan por transformar el sector con cercanía, pero también con la fortaleza de un banco global con la capacidad de ofrecerles financiación, conocimiento y las soluciones necesarias para afrontar este camino con confianza”, ha destacado José Luis Serrano, director de Pymes de BBVA en España.
Además de Arándanos La Peña y de Alta Alella, se suman otros ocho galardonados procedentes de diferentes puntos del país: la mermelada de pera, nueces y canela de la cooperativa Valle y Vega (Granada), el vino Vd’O 2 de la bodega Vinyes d’Olivardots (Girona), el aceite ecológico de Font Rovira Agrícola (Girona), las conservas de setas á feira de Mare Monte (Pontevedra), el cabrito lechal confitado de Entrecabritos (Teruel), el tomate rosa de Barbastro de Santo Domingo S.C. (Baleares), el queso de pasto de montaña de La Lleldiria (Cantabria) y el brócoli de Agrícola Marvic (Alicante).
Para Joan Roca, chef y copropietario de El Celler de Can Roca, “estos productores no solo cultivan alimentos, también cultivan un modo de vida sostenible, ético y lleno de sentido, con una conexión íntima con la tierra que nos inspira profundamente”.
Premiados de otras comunidades autónomas
En Barcelona, la bodega Alta Alella, pionera en viticultura ecológica desde los años 90, destaca por su compromiso con la innovación. Referente de la producción de vinos naturales, el Bruant es el primer cava sin sulfitos de elaboración ancestral de España (creado en 2006). La bodega destaca por su participación en proyectos de investigación para el desarrollo de cepas resistentes al cambio climático, por su política de economía circular con botellas reutilizadas, por su apuesta por las energías renovables y por sus acciones de enoturismo sostenible con fuerte arraigo comunitario.
Desde Girona, Font Rovira Agrícola (Can Font) ha sido reconocida por su modelo de finca-laboratorio, que combina producción ecológica certificada desde 2014 con un enfoque pionero en agricultura regenerativa. Su comunidad educativa, The Regen Academy, ha formado a miles de agricultores en Europa, África y Latinoamérica. Esta organización colabora con empresas agroalimentarias de primer nivel y también lidera el primer proyecto en España con metodología Verra para la captura y certificación de carbono. En Can Font trabajan con una media actual de 5 toneladas de CO₂ capturado por hectárea al año.
En Granada, la cooperativa Valle y Vega ha logrado consolidar un ecosistema agroecológico ejemplar. Conformada mayoritariamente por mujeres, se dedica a la producción y comercialización en canal corto de frutas, verduras, pan y conservas ecológicas. Su modelo destaca por la equidad, el relevo generacional y la economía circular. La cooperativa promueve prácticas como el compostaje, el aprovechamiento de excedentes y la producción con variedades locales, y ha sido reconocida por sus medidas de eficiencia energética y compromiso comunitario.
Desde Pontevedra, Mare Monte Setas es una microempresa liderada por una mujer emprendedora que elabora conservas de setas con recetas originales como la de setas á feira. Con envases de ecodiseño, riego con agua de lluvia, energía solar y alianzas con entidades sociales, la empresa fusiona innovación gastronómica, sostenibilidad ambiental y fuerte vocación social. Sus productos están presentes en comercios locales, fruterías y restaurantes de km 0.
En Teruel, el proyecto Entrecabritos apuesta por una ganadería extensiva con cabras en libertad como herramienta de prevención de incendios y regeneración del suelo. Su promotora, Marta, ha recuperado el saber tradicional de su familia y lo ha transformado en una propuesta moderna y de valor añadido, con un cabrito lechal eco-confitado que ha recibido varios premios. Su actividad incluye acciones educativas, reforestación, medición de huella de carbono y participación en programas europeos.
Desde Menorca, Santo Domingo S.C. cultiva el tradicional tomate rosa de Barbastro en una finca autosuficiente en energía, gestionada con técnicas de agricultura ecológica y regenerativa haciendo su propio compost. Destacan por su fuerte integración con el territorio, la colaboración con entidades como Menorca Preservation, Custòdia Agrària o APAEM, y la distribución directa a través de su tienda propia, comedores escolares y comercios de proximidad. Además, impulsan iniciativas para reducir el desperdicio alimentario y fomentar el consumo consciente.
En el Alt Empordà, Vinyes d’Olivardots combina viticultura biodinámica con prácticas innovadoras como la fitoterapia vegetal y la reutilización del CO₂ generado en la fermentación. La bodega cuenta con placas solares, riego automatizado uso de agua natural de pozo y compostaje integral. Elabora vinos veganos certificados, reutiliza botellas del enoturismo y marida sus vinos con productos de otros productores locales en experiencias gastronómicas sostenibles.
Desde Cantabria, La Lleldiria se asienta en una antigua cabaña pasiega para elaborar queso de pasto de montaña ecológico, fomentando la etnografía local y la colaboración con pequeños ganaderos. Utilizan tecnologías limpias como placas solares, aerotermia y sistemas de fitodepuración, además de investigar nuevos usos alimentarios del suero lácteo en colaboración con el Grupo de Ingeniería Ambiental de la UC (Universidad de Cantabria). Su enfoque integral combina sostenibilidad, innovación y dinamización rural.
Desde Alicante, Agrícola Marvic es una empresa familiar que combina tradición y modernización en la producción ecológica de brócoli. Con más de 60 empleados, destacan por sus certificaciones ambientales, automatización, reutilización de materiales y adquisición de 85 hectáreas de monte forestal como medida de compensación. También colaboran con universidades para proyectos de investigación aplicada.