El ganadero cántabro adquirió la raza Asturiana de la Montaña porque tienen buenos partos y para mantener limpias las fincas de su explotación. Opina que la falta de relevo generacional en un futuro provocará “que acabemos entre bardales”. Destaca de la vaca Asturiana de la Montaña que ” no es muy grande, agradecida, de cómodo manejo y con buenos partos, son excelentes madres, a veces llegas a la finca y ya tienes a la vaca con el ternero al lado”.