Siempre las fabas han sido un recurso utilizado como complemento a los ingresos de la ganadería en los pueblos asturianos. En Lantero, Tineo, Lino González Rodríguez, productor de IGP Faba Asturiana así lo recuerda desde su infancia. Posteriormente los últimos 20 años solo la cosechó para el consumo familiar hasta que en 2019 decidió profesionalizarse y dejar su explotación de producción láctea manteniendo animales de carne.