Rubén afirma que la sociedad reconoció el trabajo de los ganaderos en pandemia “y ahora no somos nada. Es inexplicable que un litro de agua pueda tener un precio más alto que un litro de leche, cuando producirlo cuesta ya 40 céntimos y lo cobramos a menos del precio de coste. Tenemos que hacer milagros para sobrevivir en leche y en carne cada vez dejan menos. La producción láctea se acabará, estamos ya en la ruina, estamos al límite”.