Alberto Álvarez lleva siete meses al frente de Central Lechera Asturiana en un período que define como “especial y raro debido a la crisis sanitaria provocada por la covid-19”. Desde Central Lechera y CAPSA, su brazo industrial y comercial, “se reaccionó rápido y tuvimos una capacidad de respuesta eficaz. Eso nos permitió que el año vaya relativamente bien dentro de las circunstancias”, añade.