A principios del siglo XX, Ramón Álvarez de Arriba, un emigrante natural de Peón que hizo fortuna en Cuba, legó en su testamento la finca El Poreñu para la creación de un centro de formación agraria y una escuela agrícola. Este centro, conocido por los vecinos de Peón como “la granja”, nació con un espíritu eminentemente práctico y revolucionario para la época. La cría del ganado, la elaboración de sidra o la siembra y mantenimiento de cultivos propios de la zona fueron algunas de las materias que se impartieron en esa escuela. A mediados del siglo XX, la granja escuela se convirtió en escuela rural, actividad que se mantiene hasta hoy. La fundación encargada de la gestión de la finca cedió su uso al Ayuntamiento de Villaviciosa, que construyó un segundo edificio para artesanos, ahora en desuso. En los últimos años, al disolverse la fundación, ésta donó la finca al Centro Tecnológico de la Información y la Comunicación (CTIC) con la idea de seguir con su objetivo fundacional adaptándolo al futuro. Para ello, CTIC mantendrá la actividad de la escuela rural y ubicará una de sus sedes en el antiguo edificio de artesanos conformando un proyecto único en España. Además, utilizará los 17.000 metros cuadrados de los que dispone El Poreñu para desarrollar demostradores y proyectos relacionados con la tecnología aplicada al medio rural. De esta forma, tanto la finca como el valle de Peón se convertirán en un sandbox o banco de pruebas que servirá para definir y pensar la aldea del futuro.
La tecnología al servicio del medio rural
Entre los experimentos que CTIC quiere llevar a cabo en Peón podemos encontrar la monitorización de los terrenos de cultivo mediante sensores que determinen la humedad o la maduración de las plantas. A su vez, se aplicará la inteligencia artificial y la analítica de datos para mejorar la rentabilidad de las explotaciones agrícolas y forestales. Por otra parte, CTIC prevé implementar un seguimiento exhaustivo del ganado, pudiendo conocer su ubicación, su alimentación, su salud y hasta su grado de estrés en tiempo real gracias a tecnologías como el IOT o internet de las cosas o el blockchain. La robótica también tendrá protagonismo en el manejo del territorio. La experimentación con maquinaria para desbroce y su control de forma remota permitirá eliminar tareas manuales y penosas para los agricultores y ganaderos mejorando sus condiciones de trabajo. Otro de los sectores beneficiados será el comercio, posicionando los productos de la zona en las principales plataformas digitales de venta y asociando a productores para conseguir denominaciones de origen certificadas que les aporten un alto valor añadido.
Mejora de la calidad de vida
Uno de los proyectos que más impacto puede tener en los vecinos de Peón es la teleasistencia médica y la monitorización de la salud de las personas mayores. Mediante pequeños dispositivos conectados a internet se podrán conocer sus constantes vitales y su movilidad, previendo futuras enfermedades y haciendo más eficaz y accesible la asistencia sanitaria. A su vez, este proyecto permitirá desarrollar tecnología que actúe sobre el envejecimiento activo de las personas, mejorando su calidad de vida e implementando los servicios a su disposición. Otro de los aspectos más relevantes de este proyecto es la integración de la escuela rural en el centro de innovación tecnológica, aunando la educación convencional con los conocimientos de los expertos e ingenieros que trabajarán en la finca El Poreñu. El objetivo es generar una serie de innovaciones educativas que permitan enlazar el saber tradicional con las oportunidades que ofrecen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación. Atraer población El abandono del medio rural en favor de la vida en las ciudades ha sido una de las consecuencias de problema demográfico en Asturias en las últimas décadas. Con el “sandbox” y el apoyo de vecinos y administraciones, CTIC pretende crear un núcleo de conocimiento tecnológico que atraiga a profesionales que busquen vivir en el campo sin renunciar a las ventajas de los entornos urbanos. La conectividad y un acceso de alta velocidad a internet serán dos de las herramientas fundamentales para este fin. Pero, en definitiva, y como señalan desde el centro tecnológico, “que los vecinos sientan el proyecto como algo suyo es lo más importante”.