Por Gustavo Espinosa, director comercial de Delagro
Según numerosos estudios realizados hasta ahora (entre ellos los del Centro Tecnológico Agroalimentario de Lugo) los suelos de la cornisa cantábrica son deficitarios en selenio, entre otros minerales. Esta carencia en selenio en nuestros suelos y en consecuencia en nuestros forrajes, repercute negativamente en la cabaña ganadera asturiana de vacuno lechero y vacuno de carne. Deficiencias de selenio en la ingesta de nuestras vacas son la causa, en muchas ocasiones, de problemas de diferente índole: retención de placentas, metritis, quistes ováricos, retrasos en la involución del útero, etc. La glándula mamaria puede ser uno de los órganos más afectados cuando no hay selenio, dando aquellas vacas que presentan deficiencia de selenio en sangre mayor porcentaje de mastitis. Esta realidad afecta tanto a vacuno en sistemas de explotación ecológica como en intensiva, tanto de leche como de carne.
El año pasado la cooperativa Delagro, y sus cooperativas socias, entre ellas las asturianas Campoastur y la Cooperativa de Corvera, junto al fabricante noruego de fertilizantes Yara lanzaron un concepto revolucionario en fertilización, Nitrograss Selenio. Un fertilizante nitrogenado formulado con Selenio en forma de Selenato sódico (más móvil y más fácilmente asimilable por las plantas), con la pretensión de enriquecer los forrajes que se cultivan en suelos pobres en dicho microelemento. En este caso para el sector lácteo y cárnico de la cornisa cantábrica.
Tras una primera campaña agrícola de este fertilizante en el mercado ibérico (España y Portugal) y en lo que llevamos del año 2020 un total de 174 explotaciones han comenzado a usar este fertilizante enriquecido en selenio con un total de aproximadamente 1.850 has. de pasto cultivadas y fertilizadas (principalmente praderas). En Asturias, una de las comunidades que más interés ha suscitado esta manera de fertilizar, un total de 72 explotaciones han empezado a usar este fertilizante enriquecido en Selenio.
Durante la campaña 2019, paralelamente a la comercialización de dicho fertilizante, se iniciaron una serie de ensayos de fertilización con el objetivo de obtener los primeros resultados fehacientes en la cornisa cantábrica fertilizando praderas y maíz con este producto nitrogenado con selenio. Ya existen numerosas experiencias en esta fertilización dirigida a enriquecer los forrajes con selenio en Irlanda y en otros países europeos. De hecho, en más de la mitad de los fertilizantes nitrogenados que se comercializan en Irlanda incluyen selenio en su formulación.
Se ha estado trabajando en tres campos de ensayo en variedades pratenses en Cantabria. Asimismo, también se han realizado pruebas en maíz en la finca Mourisca de de la diputación de Pontevedra de la mano de Yara Iberian.
Los resultados, dentro de la prudencia que hay que tener en estos casos, son sorprendentes. Los niveles encontrados en verde de selenio en ppm (partes por millón ó miligramos por Kg de materia seca) son en la mayoría de las parcelas testigo inferiores a 10 ppm., salvo en aquellas variedades pratenses fertilizadas con selenio que presentan un amplio espectro de concentraciones en selenio que van desde las 0,46 ppm a las 0,57 ppm. En todas las parcelas de Cantabria se aplicaron 68 UF (en base nitrógeno) en dos aplicaciones para dos cortes. Insistimos en la prudencia, pues todos sabemos la cantidad de variables que inciden en este tipo de ensayos, pero los resultados indican todos en una dirección que es el alto contenido que fija la planta tras fertilizar con Selenato sódico.
De esta manera y formulando, por ejemplo, con una ración tipo para 30 litros con silo de hierba fertilizado con selenio, la demanda de selenio en vacuno lechero quedaría cubierta al 91% frente al 65% de la misma ración pero con el mismo forraje sin fertilizar con selenio (considerando los aportes de todos los componentes de la ración, tanto concentrados como forrajes, y las pérdidas en orina, heces y leche). Los resultados en maíz son semejantes considerando que la biomasa de la planta de maíz es superior al de cualquier variedad de herbácea. Los ensayos en maíz simplemente trataban de demostrar la translocación del Selenio a la planta como ya está constatado en pratenses.
Queremos destacar que el aporte de Selenio vía forraje no compite con el contenido de Selenio de los piensos que hay en el mercado, es un aporte adicional que cubre como hemos visto en el ejemplo anterior las necesidades diarias de una vaca en lactación.
A raíz del lanzamiento realizado esta pasada campaña agrícola han surgido numerosas muestras de interés e inquietud por este nuevo concepto de nutrición vegetal enfocado a la nutrición animal, y no solo para vacuno lechero, también en ovino y equino pues el selenio es clave en numerosos procesos metabólicos de diferentes especies. La industria agroalimentaria no está ajena a estas tendencias en su cadena de suministro. Qué duda cabe que este tipo de fertilizantes además de formar parte de la nutrición vegetal también acaban siendo parte de la nutrición animal y humana por ende.
La ingeniería agrícola del presente y del futuro ya tiene en cuenta estos conceptos de transmisión de nutrientes en la cadena alimentaria, y siempre serán procesos más asimilables por todos los componentes de esa cadena, suelo, planta, ganadería y nuestro estómago finalmente. Los técnicos mejor preparados ya son conscientes de estas tendencias y formas de manejo. La agricultura y la ganadería, con este y otros muchos ejemplos, denota nuevas inquietudes y evolución constante.
Los profesionales que nos dedicamos a este sector vivimos tiempos en los que cada día debemos hacer, mostrar y comunicar mejor nuestros procesos, pues los hábitos de consumo y las tendencias de un consumidor, eminentemente urbano, necesitan de un mayor y mejor conocimiento de lo que comen.
Para más información contactar con los técnicos de las cooperativas Campoastur y de Corvera ó con el autor: gustavo.espinosa@delagro.org.