Antonio Romero Casado se incorporó en 1981 a Caja Rural de Asturias, y suma cerca de 40 años en la entidad donde ha desarrollado íntegramente su carrera profesional y en la que ha pasado por diferentes puestos y estamentos. Iniciándose como empleado de sucursal, accedió a la dirección de varias oficinas y direcciones de zona. En 2006 asumió la Subdirección del área de negocio, y en el 2008 se hizo cargo de la Subdirección General con responsabilidad directa en la actividad comercial. En el mes de junio de 2019, fue nombrado Director General de la Caja.
-Háganos una valoración de cómo ha sido el año 2019 para Caja Rural de Asturias.
-Sin entrar en muchos detalles y aburrir a los lectores con cifras, creo que la radiografía de Caja Rural de Asturias a día de hoy podría ser la siguiente, somos una entidad moderna, con una plantilla joven, paritaria y altamente cualificada. Los últimos rankings de calidad y atención al cliente de auditorías externas nos han posicionado en los puestos más altos. En este momento somos 439 empleados que prestamos servicio a más de 334 mil clientes y 124 mil socios y con un volumen de negocio superior a los 55.500 millones de euros. Durante este año, el lado oscuro, podríamos llamarlo del negocio, ha tenido que ver con la política de bajos intereses impulsada por el Banco Central Europeo, la compleja normativa regulatoria y la incertidumbre política. A pesar de los inconvenientes, podemos decir, aun sin finalizar el ejercicio que hemos tenido un crecimiento sostenido en negocio y resultados. Hemos reforzado nuestra solvencia e incrementado nuestras reservas. En definitiva, esperamos cerrar un buen año.
-¿Qué previsiones tienen para el próximo año?
-Nuestro principal objetivo es seguir potenciando a la Caja como entidad de referencia en Asturias, manteniendo altos estándares de solvencia y liquidez y abordar las exigencias tecnológicas del momento sin abandonar el trato cercano que nos caracteriza. Si se cumple este objetivo, podremos a su vez hacer crecer nuestra Obra Social y mantener nuestro compromiso con Asturias con atenciones en educación e investigación y fomentando el desarrollo rural.
-¿Con qué número de oficinas cuentan en la actualidad? ¿Habrá algún cambio?
–En la actualidad Caja Rural de Asturias cuenta con una red de sucursales de 112. Recientemente hemos incorporando tres nuevas oficinas especializadas en empresa en las tres principales ciudades de Asturias por número de habitantes que se suman a las sucursales generalistas. Hemos detectado esa necesidad y nos adaptamos rápidamente a la demanda.Hasta la fecha, no hemos tenido que prescindir de ninguna y esta apuesta de valor creo que nos convierte en una apuesta equilibrada. Como te decía, el modelo que seguimos es la flexibilidad y adaptación: si la periodicidad de visita a la sucursal tradicional por parte de los clientes se modifica, debemos reorientar el modelo. Pero intuyo que las sucursales van a seguir siendo importantes para nosotros, son fundamentales para el negocio por la relación personal con el cliente. Nosotros, al igual que el resto del sector financiero en los últimos años, hemos adaptado nuestras infraestructuras a lo que exigen los clientes. Tenemos todo tipo de canales, tanto físicos como en la red, abiertos y disponibles 24 horas al día para una amplia gama de operativas.
-El medio rural continúa siendo una de sus prioridades, ¿qué tipo de ventajas ofrecen a los clientes del sector?
-Más allá de las estrictamente económicas, que son evidentes al ser una entidad que nació por y para el Medio Rural, aportamos una red de profesionales con una indiscutible experiencia que nos avala con unos porcentajes de cuota de mercado relevantes. Considero que nos hemos posicionado a base de diferenciarnos del resto de entidades, entendemos que existe una implicación más allá de la económica con los clientes, hoy en día, a la hora de realizar una inversión es difícil pensar que un promotor no nos tenga presentes como opción.
-Están presentes en ferias, certámenes ganaderos y agroalimentarios, y todo tipo de eventos relacionados con el sector. Háblenos de ello.
-Nuestra presencia no se contempla como imagen, es un compromiso. Las propias características de la Caja en su modelo de Cooperativa de Crédito, que nació para operaciones vinculadas a la agricultura y ganadería, hacen que una parte importante de la propiedad de la entidad esté presente en el medio Rural, esto hace que contemplemos nuestra presencia como un servicio a la propiedad. Por otro lado, existe una visión de desarrollo, aunque el sector primario en sí mismo representa apenas el 2% de PIB, es el motor del sector agroalimentario que representa casi el 20%. No hay que ver al ganadero y al agricultor de manera aislada, sino como un eslabón dentro de una cadena productiva, y más allá de una mera actividad agrícola, el papel que desempeña el sector primario contiene unas evidentes implicaciones sociales, cumpliendo una importante labor medioambiental y de reequilibrio en el territorio.
-¿De qué manera les afecta la despoblación, la Asturias vacía?
–No compartimos la idea de una Asturias vacía, ya que es allí donde residen nuestros recursos primarios, energéticos, medioambientales, hasta culturales o etnográficos, 200.000 habitantes e incluso casi un centenar de oficinas de Caja Rural, quizá entenderíamos que sería más preciso decir la Asturias poco habitada. Nuestra implicación es decidida y va más allá de financiar o aportar recursos, somos miembros de la Red Asturiana de Desarrollo Rural, participamos activamente dando una visión técnico económica de proyectos que van más allá de un pensamiento o de una filosofía. Entendemos que nuestra participación es positiva, en cualquier caso, creemos que existe una concienciación por parte de toda la sociedad para revertir esta situación El tiempo dirá si las actuaciones previstas para este corto y medio plazo son las adecuadas o necesarias. Nuestra vocación en este contexto es la de proporcionar espacios de encuentro donde aportar soluciones válidas, alentar iniciativas comerciales y formativas, respaldar proyectos y propiciar, en definitiva, la generación de conocimiento y riqueza en estas áreas menos habitadas.
-Se acerca la entrega de los premios Industria 4.0, ¿las nuevas tecnologías también hacen avanzar al sector?
-Por supuesto. Este año celebramos ya la segunda edición de los Premios Industria 4.0 junto con nuestro socio la Fundación CTIC. Trabanco, Pellets Asturias, Lácteas Monteverde y Comercial Agropres son las compañías distinguidas. Como ves, está claro que en el medio rural se está haciendo un esfuerzo importante en la transformación digital. Esta iniciativa nació con el deseo de reconocer el esfuerzo de las empresas para que su transformación digital sea una realidad y estamos constatando que esta adaptación a los nuevos paradigmas está siendo una realidad.