La mejor carne de Belmonte de Miranda

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Tres generaciones de una misma familia ofreciendo la mejor carne a sus clientes y vecinos de Belmonte de Miranda. Abuelos, padres e hijos, que se han sucedido al frente de la Carnicería Félix, un negocio local de toda la vida, y que es solo una parte de la actividad de esta familia, dedicada por completo al proceso de la carne, desde la cría de los animales, a su sacrificio y venta.

Félix García, a sus 34 años, representa a la nueva generación. “La carnicería ya formaba parte de nuestra vida. También tenemos unas 40 vacas, y hace tiempo formábamos parte de una sociedad que gestionaba el matadero de Almurfe. Pero aquello quedó obsoleto y había que hacer muchas mejoras, por lo que decidimos poner en marcha nuestro propio matadero, en el polígono de Belmonte”. El pasado mes de mayo cumplieron su primer año abierto, ofreciendo sus servicios a ganaderos y particulares de la zona y de los concejos limítrofes. “La gente me trae el ganado, yo lo mato, lo despiezo a su gusto, y se lo llevan al vacío o congelado, como prefieran”. También suministran carne a las carnicerías y restaurantes de la zona, desde Belmonte a Cangas del Narcea, Somiedo, Teverga, Tineo, Grado, Salas, Pravia…, que les demandan sobre todo chuletones y filetes para hacer cachopos. 

“También tenemos ganadería propia. Mi abuelo siempre fue ganadero, y criamos nuestros propios terneros en fincas, que engordamos en nuestro cebadero”. La mayoría se destinan a suministrar carne a su carnicería, pero también venden directamente a particulares. “Pueden acercarse a elegir el que más les guste, y llevárselo ya preparado”. Su cebadero, situado en Tejera, a 1,5 kilómetros de Belmonte, fue uno de los primeros de la zona. “Mantenemos a los terneros con las madres en el pasto hasta los 5 meses, después se destetan y ya pasan al cebadero, hasta que cumplen el año. La clientela prefiere terneros jóvenes a la carne más hecha, que no pasen de 250 kilos”. Además, también compran ‘xatos’ a ganaderos de Belmonte. “Son clientes de toda la vida, y les compramos la producción completa”. Alimentan los terneros con pienso (Nanta, de arranque y de engorde) y paja, que compran a Almacenes Ladislao, “porque nos ofrecen el mejor servicio y todas las garantías”.  

La carne de Belmonte de Miranda, y los concejos cercanos, tiene mucha fama, y Félix apunta la clave. “Aquí no hay grandes cebaderos donde se engordan 200 o 300 animales. Se crían pocos, y están muy mimados. Nosotros cebamos 20 o 30 al año”. Por eso recurren a sus vecinos, para satisfacer la demanda de su carnicería, “dónde vendemos entre 80 y 100 al año, sin contar la venta directa a particulares”.

El año pasado, el matadero de Belmonte sacrificó cerca de 800 terneros y vacas, sin contar ganado porcino, caprino y ovino. Además, también tienen su propia fábrica de embutidos (situada frente al macelo), dónde elaboran chorizos, morcillas y curan cecina de la mayor calidad, sin colorantes ni conservantes, ahumados con leña de roble, “como se hacía en casa”. Sus embutidos solo se venden en su propia carnicería, y a algunos restaurantes (como los situados en la calle Gascona de Oviedo). Además, los mejores lotes, los llevan a secar a sus paneras situadas en el pueblo de Dolia, a mayor altitud, para facilitar la curación. 

Félix ve un buen futuro por delante, “con trabajo y buen servicio”. Si las cosas siguen igual de bien, están pensando en contratar más personal tras el verano, cuando comience la temporada alta en el matadero, dónde ahora trabaja Félix con su padre. Una buena señal.