Nava acogerá los días 10, 11 y 12 de mayo el XXXII Concurso Nacional de Asturiana
de la Montaña. Contará con la participación de 44 ganaderías y un total de 320 animales
de 16 concejos asturianos y una ganadería leonesa. El viernes entrará el ganado, el
sábado se realizarán las calificaciones para finalizar la jornada con una degustación de
carne y el tradicional homenaje a un ganadero mientras el domingo por la mañana
ASEAMO subastará cinco sementales para posteriormente celebrar el acto de entrega de
premios.
-Este año Nava es la anfitriona del concurso, ¿qué resultado tiene que sea rotativo?
-Es rotativo entre los concejos interesados porque asumir los costes de la organización
por un solo Ayuntamiento sería costoso. En su día se llegó a un acuerdo para que cada
año sea en un municipio y el resto de ayuntamientos realizan también una aportación
económica para la organización del concurso. En un principio participaron Llanes,
Cangas de Onís, Piloña, Nava, Amieva y Caso, pero desde hace cuatro años contamos
con Cangas de Onís (donde se organizó el año pasado), Piloña, Caso y Nava.
-¿Qué situación vive la raza Asturiana de la Montaña?
-La raza vive un buen momento, llevamos muchos años luchando para que esta raza
prospere. Tenemos muy buenos resultados, contamos con 650 ganaderías que
pertenecen a ASEAMO y el número de animales se mantiene. El único problema que
tenemos en la actualidad es que nos falta relevo generacional, debían incorporarse más
jóvenes.
-¿Y más de la zona oriental de la región?
-La raza Asturiana de la Montaña es una raza autóctona, hoy el 70% del censo de la
raza, aunque también contamos con animales fuera de la región, está en el Oriente de
Asturias, en la Sierra del Cuera, en la Sierra del Sueve y en el Parque Nacional de los
Picos de Europa. Son los mejores animales para el mantenimiento del medio rural en
esas zonas, son las vacas que mejor se adaptan a estos terrenos abruptos.
-¿A qué problemas deben hacer frente?
-El problema que nos está perjudicando desde hace unos años es el lobo, su población
es exagerada, las administraciones lo protegen y lo que provocan es que están acabando
con la ganadería. También tenemos el problema del matorral, se trata de una zona con
mucho matorral no arbolado y ahora mismo no hay presupuestos para desbroces, esto
provoca dos inconvenientes, que la ganadería no tiene dónde comer y que todo se está
convirtiendo en una selva, con facilidad de que se produzcan incendios, que cuando
ocurren, después vienen las lamentaciones. La Administración está haciendo todo lo
contrario de lo que debería hacer, es un problema para la ganadería y un inconveniente
más para que la gente joven que quiera dedicarse a ello. A todo esto hay que sumar que
los precios para el criador están muy bajos.
-¿Es momento de reclamar soluciones?
-Llevo muchos años en la ganadería y ya viví muchas elecciones, por desgracia,
soluciones nos dan pocas.
