El mundo debe concienciarse de la necesidad de proteger e impulsar la agricultura y la ganadería de carácter familiar. Los beneficios de este modelo de producción de alimentos para toda la sociedad son “inmensos”, según ha asegurado la organización agraria UPA, “pero los riesgos y amenazas que acechan a los pequeños productores también son muy graves”. Esta organización representa a los agricultores y ganaderos españoles en la VI Conferencia Global del Foro Rural Mundial que se celebra estos días en Bilbao.
Cuando hablamos de agricultura y ganadería familiar no hablamos sólo de producción de alimentos, hablamos de respeto al medio ambiente, de protección de la biodiversidad, de creación de empleo y de lucha contra el despoblamiento. Todas estas materias se abordan estos días en la VI Conferencia Global del Foro Rural Mundial, organización que aglutina a más de 31 millones de agricultores y ganaderos en todo el mundo.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos, única organización de ámbito nacional que participa en la cumbre, ha defendido la necesidad de impulsar una “revolución global, surgida desde los pueblos y que inunde toda la sociedad, por un modelo sostenible y de futuro, que garantice un suministro de alimentos de calidad a un precio justo para productores y consumidores”.
UPA, que ha pasado a formar parte de la Junta Directiva del Foro Rural Mundial, participará activamente en el Decenio de la Agricultura Familiar 2019-2028, una campaña mundial que, han recordado, debe servir para conseguir políticas concretas de apoyo a este modelo productivo, a todos los niveles. En el ámbito nacional, UPA reclama la aprobación de una Ley de la Agricultura Familiar, que fomente, apoye y proteja a los productores. A nivel europeo, “la PAC también puede hacer mucho para apoyarnos”, han recordado.
En la conferencia que se clausura hoy en Bilbao también se ha destacado la importancia de trabajar para alcanzar una igualdad real entre hombres y mujeres en el mundo rural, así como el reto de conseguir un relevo generacional efectivo que resuelva el problema del envejecimiento en los pueblos.