Agroartime SC (Gozón), es todo un referente ganadero en Asturias, ya que es la única ganadería que combina el vacuno, tanto en raza Holstein (500 animales), con Asturiana de los Valles (140 animales) y la cría de caballo de deporte español (27 animales). El secreto de su éxito es el trabajo y el saber hacer. Sus raíces son la ganadería familiar y hace 20 años el matrimonio formado por Jorge Fernández Artime, su esposa Flor Morán García, junto a sus hijos David y Daniel Fernández Morán, formaron una sociedad civil. Alberto Fernández Artime es el encargado de las cuestiones societarias y contables. El Campo de Asturias visitó Agroartime donde analizamos la situación del caballo de deporte español en nuestra región.
“En la casa familiar siempre hubo ganado, cuando nací ya había vacas y caballos, la afición ecuestre nos viene de siempre, mi padre tenía caballos de montura y yo empecé a montar desde que supe sentarme, antes de andar ya me ponía mi padre en el caballo”, recuerda Alberto Fernández Artime.
Aunque durante un tiempo Jorge Fernández Artime se dedicó a otros negocios y no tenía caballos, Agroartime retomó el tema ecuestre cuando Leonardo Medal se instaló en Manzaneda y le cedió una yegua de vientre cuyo potro nació en el año 2000. Tras su participación en ANCADES con buenos resultados se apostó por la cría de caballo de deporte adquiriendo unas potras alemanas, empezando a criar con cierta regularidad y contratando un jinete. “En 2004 nació Colandrero, un caballo de una yegua traída de Alemania e hijo de Centauer Z, corrió grande, y el Gran Premio de Lisboa con buenos resultados, aunque tuvo periodos de lesiones. A partir de ahí hemos ido creciendo”, explica Alberto Fernández Artime.
Actualmente la Yeguada Agroartime cuenta con 27 caballos de deporte español de diferentes edades. En sus instalaciones de Gozón hay 21 caballos, y los que tienen más de cuatro años se le llevan al jinete Jesús Bamonde Bermúdez de Castro al Centro Hípico Casas Novas (Galicia), para ponerlos en competición y para la venta, que es el objetivo final.
“La comercialización de caballo de deporte español es complicada en Asturias, que tuvo una etapa compradora, era una de las provincias españolas donde mayor afición había y que mejores resultados obtenía a nivel nacional. El Club Hípico Astur (CHAS) era un vivero de jinetes, de niños a mayores, junto a El Asturcón y otros clubs pequeños, y antes de la crisis empezó a decaer. Las clases medias/altas tienen y tenían acceso a este deporte, pero empezaron a declinar”, afirma Alberto Fernández Artime.
Los caballos de la Yeguada de Agroartime que están en boxes se alimentan de beza, gramínea de mantenimiento, y los que están en los prados también de hierba. Los caballos de competición tienen un régimen específico de deportista.
Daniel Fernández reconoce que “la genética es una de las claves y nosotros apostamos al máximo nivel, la genética no es lineal y no se puede ahorrar en la inseminación”. Con respecto a la transferencia de embriones en Agroartime se probó, “lo hicimos en una yegua con muchos años y no funcionó, si se hiciese en una yegua joven hubiese funcionado”. El límite de capacidad también marca la yeguada. “Como vamos a competición cuando tienes un potro que se puede vender razonablemente no lo vendes porque le das margen de confianza por si es bueno en competición y realmente hasta la edad en la que se empiezan a domar, el coste de mantenimiento de un caballo es mínimo”, afirma Daniel Fernández.
Agroartime SC se caracteriza por compatibilizar la explotación lechera y cárnica de sus vacas con la cría de caballo de deporte español. Lo que aquí en Asturias es casi una excepción, es lo habitual en Alemania, Holanda o Suecia donde los ganaderos tienen vacas y también dos yeguas que les aportan un par de potros al año y que venden cuando tienen tres años. “Casi siempre nuestros compradores son de fuera de España, el caballo que vale dinero va para fuera, y a pesar de haber muchos jinetes en España, quitando a los de la élite y son muy pocos, no hay una apuesta decidida por el caballo de deporte”, explica Alberto Fernández Artime.
La joya de la corona: Colandrero
Colandrero fue el caballo que con cuatro años cogió el jinete de la casa y llegó a saltar 1,60 metros, tenía 13 años y hace quince días, compitiendo en un concurso en el Club de Campo de Madrid, sufrió un accidente en la pista de ensayo con consecuencias fatales. Al tomar un salto se fue de cabeza con resultado de rotura de tres vertebras, con lo cual fue necesario sacrificarlo. “Hay que entender que es un deporte de riesgo y aunque estas cosas pocas veces pueden suceder afectando generalmente a los mejores porque son los que saltan más grande”, explica Alberto Fernández Artime. Ha sido una inestimable pérdida para los propietarios y para las ilusiones del jinete que tenía depositada su confianza en él para el futuro próximo. “La vida sigue, el deporte es así cuando se combina con la cría, nos queda esperar y sacar otros caballos adelante”, comentan.
A Colandrero le precedió Nerón, el que ilusionó a la familia para decidirse a criar caballo de deporte español. “Era guapísimo y con unos medios espectaculares, pero no fue a más, no obtuvo resultados excelentes y cambió mucho su plan de formación con varios jinetes. También tuvimos dos bajas importantes, uno de muerte por cólico, que podía haber sido el más espectacular, y otro que se nos mató en un camión viniendo de la Ruta del Sol habiendo hecho once ceros, un hermano de Colandrero”, rememora Alberto Fernández Artime.
Los responsables de Agroartime reconocen que “hay que hacer cosas nuevas” y que se necesitaría un apoyo importante “tanto para la cría como para la competición”. Que el pequeño ganadero tuviese dos yeguas de cría es una fórmula que podría funcionar en Asturias al igual que funciona en otros países europeos, lo que facilitaría “llegar a ese volumen crítico que es el que permite al negocio atraer compradores de otros lugares”. La yeguada Agroartime tiene por objetivo “seguir en la línea que vamos sin excedernos y apostar por ir a más calidad. Nadie te vende una yegua superclase, tienes que ir fabricándote ese tipo de madre para con el mismo nivel poder crear una genética que te permita elevar la calidad de los potros. Los padres están todos a disposición, es un tema de dinero, pero la madres no”.
Alberto Fernández Artime opina que “en la región ha caído muchísimo el manejo de caballos, cada vez montan menos niños. Asturias ha sido una de las comunidades más generosas en la producción de jinetes, y ahora no es así porque los clubs no hicieron las cosas adecuadamente. Hay que mejorar la calidad y la formación, cuanto más amplia sea la base, más llegan a la cumbre”, concluye. Y es que en Asturias hay buenos caballos y buenos jinetes, incluso dos olímpicos, pero “los deportistas salen porque se ponen medios, la suerte tiene que pillarte trabajando”.