La cría de novillas es un campo tradicionalmente descuidado a pesar de representar entre el 12 y el 20% del coste total de la producción de leche, y el segundo o tercer componente en los costes de una granja tras la alimentación. A diferencia de las vacas en producción, en el sistema de cría de novillas apenas se han experimentado avances. En muchas ganaderías, el aumento de las producciones ha supuesto un retroceso para la recría, con mayores hacinamientos, falta de espacio y tiempo, considerando su mantenimiento por detrás de otras prioridades.
Un manejo adecuado de esta fase de recría permitiría optimizar la rentabilidad de una granja. La reposición de terneras es necesaria para llevar a cabo la renovación del rebaño. La calidad y eficiencia de la producción lechera de las vacas de una explotación, y por tanto la rentabilidad de ésta, depende en gran medida del manejo nutricional, sanitario y reproductivo llevado a cabo previamente con la recría.
Sin embargo, en muchas explotaciones sigue siendo una asignatura pendiente, ya que la edad al primer parto (EPP) de novillas frisonas es de 26,4 meses (según datos de CONAFE), bastante superior al objetivo de 22-24 meses, que son los datos que manejan los centros de recría especializados.
En líneas generales, reducir la edad al primer parto permite mejorar los índices globales de la granja (productivos y reproductivos), ya que se consigue:
-Retorno más rápido del capital invertido.
-Reducción en costos variables, y del número de novillas para mantener el rebaño (mantendremos el mismo % de reposición con menos recría)
-Incremento de la vida productiva.
-Ganancia genética más rápida en la explotación
-Reducción en la cantidad total de alimento requerido.
Una granja con un tamaño de 50 vacas y una tasa de reposición del 30% necesita llevar al parto 15 novillas al año. Si hace la recría con una edad al primer parto (EPP) de 26,7 meses necesita 34 animales de reposición. Un descenso de la EPP a 24 meses supondría una necesidad de recría al año de 4 animales menos. Podemos poner el valor de mercado que estimemos, aunque no siempre coincida con el coste de hacer la recría en nuestra granja. Si son 1.800 euros, esta granja ahorraría 3.600 euros al año en costes de recría mas la posibilidad de venta de terneros, vender novillas para vida o aumentar tamaño del rebaño.
El programa de recría CORE-Campoastur, consiste en una mejora integral de los procedimientos de la recría, desde antes del nacimiento de la ternera hasta el momento de su primer parto. Estos procedimientos están orientados a la optimización del estado sanitario en todo el periodo (encalostrados, manejo, planes de vacunación, etc.), al estado de desarrollo de los animales (lactancia, manejo de la alimentación), instalaciones de recría, etc…
Paralelamente a este asesoramiento en manejo de los animales, se realiza un seguimiento personalizado de cada uno de ellos, realizando mediciones periódicas de peso y talla, así como diversas analíticas, comparando a cada uno de los individuos con la situación idónea de desarrollo, de esta forma se consigue un control individualizado que permite una toma de decisiones basadas en datos técnicos y en busca de la rentabilidad.
El programa CORE-Campoastur permite a los ganaderos gestionar de una forma optima la recría, así mismo permite conocer cual es la situación objetiva de su rebaño de recría en comparación a la situación ideal de desarrollo y a la situación del resto de ganaderías del programa y conocer cuales son los aspectos mejorables del rebaño.